La Tierra en la Era del Hielo
Particularidades de la Era del Hielo
Por Rubén O. Scollo
La Era de hielo, de la glaciación, Edad de hielo o Edad glacial pertenece a los períodos geológicos en los que se produjeron un intenso enfriamiento del clima terrestre, que a su vez produjo un congelamiento de las aguas, la expansión de las masas de hielo polar y la aparición de hielos continentales.
En esos ciclos o períodos de diversa duración (generalmente prolongada), la vida debió adaptarse a un clima seco y gélido. Durante esa etapa que aconteció en nuestra Tierra, se sucedieron notorias modificaciones de la configuración geográfica, biológica y climática del planeta.
Las glaciaciones se pueden dividir en períodos glaciares, o sea, períodos en que recrudece el frío, y períodos interglaciares, aquellos en los que el frío cede y las temperaturas aumentan, aunque estando aún dentro de la lógica de un enfriamiento prolongado del planeta.
Y en el caso del nuestro, en verdad, ha sobrellevado una gran cantidad “de eras de hielo de manera cíclica”, la última de las cuales inició hace 110.000 años. Se estima que nuestra civilización se desarrolló y estaría viviendo en un período interglacial comenzado hace 10.000 años.
En lo que respecta a la Glaciación Cuaternaria, esos sucesos determinantes han ocurrido en el período Neógeno de la Era Cenozoica. Si bien en nuestra actualidad apenas un 10% de la superficie terrestre está cubierta por hielo, sabemos que no siempre fue así. Las glaciaciones a lo largo de la historia geológica del planeta han dejado su huella reconocible, por lo que hoy sabemos que hubo cinco grandes períodos glaciales, que son:
Por otra parte la Glaciación Huroniana, se dio unos 2.400 millones de años AP y culminó hace 2.100 millones de años, en la Era geológica del Paleoproterozoico. Glaciación de Sturtian-Varangian, que se había iniciado hace 850 millones de años y que supuestamente finalizó hace 635 millones de años.
En relación a la Andina-Sahariana ese hecho sucedió entre 450 millones de años y 420 millones de años, en la Era Paleozoica (períodos Ordovícico y Silúrico). La misma fue la más efímera. Y las últimas dos fueron la Glaciación de Karoo de unos 360 millones de años y que finalizó unos 100 millones de años después. Y la Glaciación Cuaternaria que fue la reciente, iniciada hace 2,58 millones de años, en el período Neógeno de la Era Cenozoica. Ésta última se cree pudiera tener sus culminación por estos tiempos.
Los fríos, tal vez los más intensos que se produjeron en la Tierra conocida como “La pequeña era del hielo”, se dieron entre el siglo catorce y mediados del XIX. Por esos tiempos había culminado una época particularmente calurosa conocida como el Óptimo climático medieval (siglos diez al XIV). Las glaciaciones habían generado una particular y especial erosión, que a su vez, generan un tipo particular de erosión en las rocas.
Todos esos vínculos asociados a los cambios rotundos, drásticos de los niveles de temperatura y clima fueron (y suelen estar) acompañados de extinciones masivas que generan grandes cantidades de materia orgánica, produciendo enormes sedimentos y dejando mucha evidencia fósil. Además, los animales que no logran adaptarse al frío huyen hacia los trópicos, generando refugios glaciales y movimientos biogeográficos masivos.
Las causas de las glaciaciones pueden ser diversas y están sometidas a debate. Algunas teorías sostienen que se debieron a cambios en la composición de la atmósfera que limitaron el ingreso de la energía calórica del Sol, o bien cambios mínimos en la órbita terrestre.
Por otro lado, pudieron deberse al movimiento de las placas tectónicas: si los continentes se aproximan, cerrándole espacios al océano, su interior se hace más seco y cálido, disminuyendo los márgenes de evaporación. Pero si los continentes se separan y alejan, hay una mayor presencia de agua que enfría y mantiene las temperaturas globales estables.
Entre los animales que poblaron la Tierra por esos tiempos se encontraban desde el rinoceronte lanudo, el mamut adaptado a esos tipos de bajas temperaturas ;( su vida alcanzaba a mantenerse entre los setenta y ochenta años) y el tigre dientes de sable que era uno de los principales depredadores. Por último, el león de las cavernas, más grande que ese felino de la actualidad.