El día que un militar de alto rango fue secuestrado por revolucionarios en la Fábrica Militar de Villa María
Argentino del Valle Larrabure fue un militar argentino nacido en Tucumán en 1932, miembro del Ejército Argentino, que alcanzó el grado de Coronel (Post Mortem).
A partir de diciembre de 1969, tomó el cargo de subdirector de la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos en la ciudad de Villa María.
El 12 de agosto de 1974 - durante el gobierno cosntitucional de María Estela Martínez de Perón- fue secuestrado por el Ejército Revolucionario del Pueblo, el cual era una organización guerrillera que constituyó la estructura militar del Partido Revolucionario de los Trabajadores, de orientación marxista, liderado por Mario Santucho durante los años 1970.
Larrabure permaneció cautivo 372 días en una denominada «cárcel del pueblo» hasta su muerte producida el 19 de agosto de 1975 en la ciudad de Rosario. En referencia a su muerte, la versión más aceptada y difundida apunta a que fue asesinado, mientras que el ERP aseguró que se había suicidado.La primera autopsia dictaminó «muerte por estrangulación». El profesor Paul H. Lewis, experto de la Tulane University, New Orleans, escribió: "Larrabure estaba en medio de un canto cuando sus captores lo estrangularon con un cable y, moribundo, recibió un golpe mortal en el cráneo".Otras opiniones resaltan que: "Con su salud quebrantada y en el límite de sus fuerzas, es casi imposible que se suicidara". Ya que según se sabe, era asmático y estuvo casi un año encerrado en un pozo con poco aire, no tenía forma de hacer actividad física y estuvo tan mal alimentado que perdió 48 kilos.

En 2007, su hijo Arturo Larrabure emprendió lo que fue calificado por algunos medios como una campaña judicial y mediática para que la justicia reabriera el caso que se encontraba prescrito, como un crimen de lesa humanidad. La Procuración General de la Nación desestimó el caso y denegó la consideración como crimen de lesa humanidad, luego el juez de la causa consideró prescrita la causa.En paralelo, se abrió una «investigación por la verdad» para determinar los hechos.
¿Qué sucedió la noche del secuestro?
El sábado 10 de agosto de 1974, integrantes del Ejército Revolucionario del Pueblo coparon el motel Pasatiempo como paso previo al ataque a la fábrica militar ubicada a nueve cuadras del lugar. Varias parejas guerrilleras, llegadas con anterioridad, ya habían ocupado habitaciones del establecimiento, que en pocos minutos se convirtieron en cuartel general del operativo. Cuando una pareja en automóvil llegó al lugar pero se retiró porque al ver el edificio a oscuras supuso que estaba cerrado, algunos de los guerrilleros que actuaban en el exterior comenzaron a disparar sin resultado contra el automóvil y ello provocó un operativo policial en la zona que hizo precipitar el ataque a la fábrica. En el enfrentamiento fue muerto el cabo Marcelino Cuello de la policía provincial y hubo cuatro efectivos heridos.
Esa noche se realizaba una cena en el casino de la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos a la cual asistía gran parte del personal que vivía en la fábrica, la mayoría civiles, incluyendo al mayor Larrabure y su esposa. Aproximadamente a la una de la mañana del domingo 11 el conscripto Mario Pettiggiani (un estudiante de arquitectura) cortó con una pinza el cerco perimetral de la fábrica para permitir el ingreso de un comando compuesto por unos 70 integrantes del ERP, fuertemente armados. Luego de dominar a los efectivos de guardia, ocasión en que dispararon contra un centinela dejándolo hemipléjico en forma permanente, ingresaron en el Casino y preguntaron por el director de la fábrica (en ese momento era el teniente coronel Osvaldo Jorge Guardone, que no se hallaba presente), por el mayor Larrabure y por el capitán García, ingeniero químico, y al identificarse estos últimos los llevaron con ellos a los vehículos que les aguardaban. También intentaron capturar al director en su casa ubicada dentro del predio de la fábrica pero el mismo se defendió, mató a uno de los asaltantes y puso en fuga a los restantes.
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Cuando eran llevados hacia un automóvil, el capitán García intentó fugarse y fue malherido pero igualmente se lo subió a los vehículos junto a Larrabure abandonando el lugar. Más adelante García fue abandonado por los captores gravemente herido. El combate que se desarrolló esa madrugada arrojó un saldo de un policía muerto y siete heridos, entre policías y militares. Se estima que los guerrilleros se llevaron unos 120 fusiles FAL, otras armas y diversos explosivos y tuvieron dos muertos y siete u ocho heridos. Además horas después del copamiento, al intentar eludir un control policial, chocó un vehículo en el que presuntamente iban dos participantes del ataque resultando muerto uno de ellos y detenido el otro.
Su tiempo en cautiverio
Al principio, Larrabure permaneció cautivo en un lugar no identificado y el día 3 de noviembre de 1974 fue llevado al sitio donde permanecería hasta su muerte. La celda se hallaba bajo un local donde funcionaba una mercería, en el extremo suroeste de la ciudad de Rosario.
En el lugar había un catre y un retrete portátil y una celda contigua, ocupada sucesivamente por varios cautivos que luego reconocieron el lugar, a las que se llegaba a través del “placard” del dormitorio de la pareja. La única luz de las celdas provenía de un tubo fluorescente encendido o apagado a criterio de los carceleros.
Durante su prisión, su familia recibió en su casa siete cartas de Larrabure, que a su vez ellos respondían por medio de solicitadas en distintos diarios, que Larrabure leía cuando sus secuestradores así lo decidían. Enviaba mensajes de esperanza y de amor a su familia, e instaba al perdón y la fe, en papeles en cuyo margen izquierdo resaltaba el membrete de la organización guerrillera. El 18 de junio le llegó a la familia como prueba de vida una fotografía.
En determinado momento, Larrabure comenzó a escribir su diario donde detalló su vida en cautiverio hasta el 3 de enero de 1975 en que se interrumpió. En 1977, la revista Gente se lo compró a un guerrillero y lo publicó. Allí se pueden leer, entre otras cosas, que se refería a sus captores, a diferencia de como lo hacía en las cartas a su familia, como «medrosos y pusilánimes», «valientes en las sombras» e «impulsivos, cortantes y autoritarios».
Pocos días después del hecho los guerrilleros pidieron la libertad de cinco de sus integrantes presos a cambio de Larrabure pero el gobierno mantuvo la política que había seguido hasta entonces de no negociar. Según escribió en el diario los guerrilleros pretendían que el militar colaborara con ellos aprovechando sus conocimientos técnicos y militares a cambio de conservar su vida.
Luego de 372 días de cautiverio, Larrabure murió el 19 de agosto de 1975, fecha ratificada por el ERP en un comunicado, y el 23 de agosto de 1975 apareció su cadáver (envuelto en una sábana y una frazada) en un zanjón próximo al cruce de la avenida Ovidio Lagos y calle Muñoz, poco antes de la salida de la ruta nacional 178.