Búzios o el aroma y el corazón de Brasil
Río de Janeiro
“Los 2800 km desde Buenos Aires o los casi 3000 desde Córdoba hasta Búzios, unen países”.
La península, que se sitúa a unos 176 kilómetros de Río de Janeiro y que está dentro del estado homónimo, es lo que más se parece a una pequeña isla que tiene todos los componentes para que tanto los lugareños como los ávidos turistas, se sientan a pleno. Desde las playas, bonitas por cierto, como el estilo arquitectónico con construcciones que no sobrepasan los dos pisos. La noche, es donde los caminos empedrados llevan a espaciosos restaurantes de donde emanan aromas variados de arte culinario, especialmente diseñado para que “los comensales de turno estén a gusto”. Los bares y “lojas da Rua das Pedras”, Orla Bardot y el “Porto da Barra”, son el sello o el emblema característico de una parte simbólica de Brasil.
La noche desde el Hibiscus Center
Desde Porto da Barra, Tartaruga, Canto, Jao Fernandes, Azeda, Azedinha, Dos Ossos, Armacao, Olho de Boi, Praia Brava, Forno, Foca hasta Ferradura, Ferradurinha, Geribá y Tucuns, esa variedad de playas, tienen su encanto disímil en tan estrecho territorio.
Desde hoteles a pintorescas posadas le confieren a Búzios un aroma a “lugar de ensueño”. Y en ese ámbito de historias creíbles enmarcadas por el océano cristalino, esa antigua villa de pescadores entró en la ruta del jet set internacional después de una visita de la actriz Brigitte Bardot, en los años 60. Hoy, el balneario es uno de los destinos más coquetos del país.
Buzios tiene su origen en una pequeña aldea que en el pasado era poblada por indígenas, portugueses y piratas franceses. La aldea también fue punto de tráfico de esclavos. “A mí ese pasado me da un poco de tristeza”, esboza Aldana, una turista de Valle de Traslasierra, Córdoba. Pero fue el paso por la ciudad de la diva francesa, en enero de 1964, que situó a la villa en la ruta del turismo internacional y del glamour. Desde entonces, sus playas han recibido elogiosos conceptos en el mundo y la península fue bautizada como la "Saint-Tropez brasileña". Hace décadas el balneario se volvió sofisticado y ganó fama a causa de la fascinación de su lifestyle y de la agitada vida nocturna.
En verano y feriados, el bullicio es intenso de día y de noche. Cuando llega la baja estación, Búzios es un paraíso perfecto para apreciadores de la buena mesa, de las artes y de la naturaleza.
Mick Jagger tocando para adolescentes
La coquetería y la belleza es historia antigua. El balneario ya era frecuentado por la alta sociedad carioca desde los años 50, años en los que la gente adinerada llegaba buscando los encantos rústicos y la privacidad de la pequeña aldea de pescadores. El viaje era toda una aventura que se hacía por una precaria carretera de tierra.
El 76 quien llegó a la villa fue el vocalista de los Rolling Stones, Mick Jagger que se divirtió en la aldea tocando guitarra en la playa del Canto para los pescadores y un grupo de adolescentes cariocas – entre ellas, la actriz Alexia Dechamps y la fotógrafa Olivia Guimarães-. Exótico como siempre, Jagger llegó al balneario en una limusina, que por poco no se quedó atollada en las calles de arena de la villa.
Arquitectura: estilo único
El encanto de Búzios no está garantizado solamente por su belleza natural. También se esparce por su arquitectura, que sigue un estilo único, que empieza por la altura de las construcciones (gracias a una ley de 1970, ninguna puede sobrepasar dos pisos). A su vez, las casitas de pescadores influenciaron en “las otras construcciones”.
Las callecitas empedradas. Los adoquines, una distinción
El estilo, que incluye aún materiales rústicos y artesanales como la madera, es observado en las casas de veraneo, en las posadas e incluso en el comercio en general como en los restaurantes. El propio pórtico de entrada de la ciudad exhibe la marca registrada arquitectónica. Los techos de tejas rojizas, algunos bastante destartalados pero a la vez enteros, le dan junto al verde, carácter de postal.
El paraíso al alcance del turismo
En ese entorno paradisíaco CódigoCba pudo frecuentar una de las posadas “mejor atendidas”. El Hibiscus Center, situada en la Velha Usina 130, cercana al centro y a las playas bonitas. Allí un equipo de trabajadores del turismo entre los que se destacan, por citar a algunos de los residentes argentinos: Sol (atención al público), Lucas, en recepción o quizá Ale (quien al igual que Sol es de Córdoba Capital), Mariano, un mendocino que hace un año está por esos pagos; Brenda (también cordobesa) y son todos…todos en verdad, quienes le proporcionan a la posada calidad de vida y buen pasar para los que hasta allí se llegan. "Trabajamos mucho con los viajeros que salen de la Argentina a conocer el mundo, en cuanto a turismo receptivo, en Córdoba pueden destacarse varios lugares como los Valles de Punilla, Traslasierra o Calamuchita, por destcar algunos sitios puntuales en nuestra provincia", destaca Eze Vidal, de Babel Villa Carlos Paz.
“Mi madre es de Alta Córdoba e hincha de Instituto”, remarca entre risas Sol…”aunque yo me identifico con Boca Juniors”, acota la joven de veinticinco años que en la Argentina hizo un terciario vinculado al turismo. El deporte también se palpita cuando hay argentinos entre los ocasionales visitantes.
Playas de Búzios
Pudiera afirmarse que de la población actual de Búzios que son unos 34.477 de acuerdo al último censo del 2020, en el presente se ha modificado. “Aquí en los últimos tres años han llegado muchos jóvenes de varios lugares de la Argentina: hay cordobeses. bonaerenses, porteños, mendocinos, litoraleños, de todo”, afirma Iván, un cordobés de Villa Carlos Paz que trabaja en Tartaruga. “Aquí yo estoy desde hace 5 años y realmente me encuentro muy bien. Es un lugar para vivir tranquilo y no anhelando a nuestro país, porque hay mucho argentino y el brasileño es hospitalario”, agrega.
En Buzios vive la comunidad argentina quizá, la más grande en ese país, son unos 6700. Del 60% que conforma el turismo que hasta allí se llega, el 70 por ciento es argento. Los vuelos que trasladan a los compatriotas por lo general son de Flybondi, Aerolíneas, Copa o LATAM.
“Nosotros trabajamos mucho ese destino porque además tanto en las Posadas Catavento como en Hibiscus Center (le debe su nombre a la familia de plantas malváceas apreciadas por su valor ornamental); allí desde Babel Viajes nos comprometemos con lo mejor para brindarle a los viajeros comodidades y para que se sientan repletos de felicidad”, asegura Mauricio de la franquicia Tigre. “Nuestra casa central está en Villa Carlos Paz, pero en cualquiera de nuestras agencias los paseantes son bien atendidos”, cierra.
Recital y choripaneada a la argentina en el Hibiscus
Un lugar en el HIBISCUS para los almuerzos, las cenas y los frondosos desayunos
Y junto a la arquitectura de casas bonitas y un mar de película, el monumento a los pescadores o las callecitas de piedras, sobresale ese gustito albiceleste en un lugar querido de la hermana Brasil.