Vestigios de una antigua civilización: Mi experiencia en la punta del Uritorco

Vestigios de una antigua civilización: Mi experiencia en la punta del Uritorco

Por Miguel Altamira - Corresponsal Capilla del Monte

Aún recuerdo la primera vez que subí al Cerro Uritorco. Fue terminando la primavera del año 1984 en compañía de un amigo, el Guille Pérez. Ambos éramos compañeros de la secundaria.

Por aquel entonces el Uritorco era sólo un paseo secundario con apenas algunos ribetes místicos. La entrada era a voluntad y casi nadie pagaba. Durante todo el camino íbamos hablando de la energía del lugar y las leyendas de las personas desaparecidas en aquel Cerro. Nunca imaginé que terminaría construyendo un refugio de piedra años más tarde.

 

Ya en el 84 se hablaba del Bastón de Mando, y en mi infancia recuerdo alguna historia de los que habrían vivido en la cima del Cerro, más, no eran Comechingones, sino más bien personas con rasgos arios, los cuales según contaba mi tía, eran tomados como hombres sabios por los antiguos habitantes (Comechingones) de Capilla del Monte.

Sí se que para muchos historiadores de Capilla esto es sólo una leyenda y que para la historia oficial no hay pruebas de tales habitantes. Pero lo cierto es que como tuve la oportunidad de vivir dos años en la cima del cerro haciendo el bendito refugio, durante ese tiempo me dediqué a investigar sobre todos los vestigios que se encuentran en las inmediaciones. Ya subiendo por el camino nos encontramos con formaciones de piedras sospechosas, una en particular asemeja a un cóndor saliendo de la piedra  

 

Luego tenemos la cara a la altura de las vertientes justo sobre la pequeña olla de agua, una cara o cabeza con rasgos duros y con ojos profundos mirando hacia el noroeste y mirando a su compañero.

 

Enfrente hay otra formación que simula la cabeza de un simio como recordando la evolución del hombre (quién sabe) .

 

Y si seguimos adelante en el camino veremos una roca gigante que pareciera un reptil acostado, lo curioso de esta formación es que hay dos morteros en ella. Esto me llevó a guardar hasta la primavera y en el amanecer del equinoccio de primavera, cuando presencié cómo desde estos morteros, se podía divisar la sombra del cerro cayendo sobre Capilla del Monte como si fuera un cóndor bien formado con sus alas abiertas. Un espectáculo alucinante que aún me eriza la piel cada vez que lo recuerdo!!!

 

Durante esos dos años me dedique a buscar también el lugar exacto donde hallaron el famoso bastón de mando y ciertamente a mi parecer lo encontre ya que el Profe Guillermo Terrera no nos dijo nunca donde lo halló su mentor Orfelio Ulises. En el video muestro una serie de morteros pero si prestan atención hay dos que están unidos por un surco que tiene ohhh Casualidad las mismas dimensiones que el bastón de mando, esta formación es muy cercana a la cima sobre una gran roca  que cualquiera diría que parece un altar de piedra  .

 

 

Es, en ese lugar que todo encajó perfectamente. Ahí comprendí que el libro de piedra del que hablaban en los textos antiguos no era más que la roca misma del Uritorco plagada de símbolos y estructuras misteriosas sólo entendibles para aquel que las sepa leer.