Santa Catalina, ejemplo en Córdoba y Argentina

Santa Catalina, ejemplo en Córdoba y Argentina

Por Rubén Omar Scollo

En el arco o en el espectro de la política y de los partidos todo puede suceder, pero no es común hablar o escribir sobre “la eficiencia de ciertos funcionarios”. Sucede que a 5 kilómetros de Río Cuarto, populosa ciudad, y a 240 de Córdoba Capital, allí, está enclavada la localidad de Santa Catalina.

Su intendente desde hace 39 años es Miguel Ángel Negro, y sólo vive de su jubilación que según le aclaró al conductor Gonzalito de A24 en entrevista con ese canal es “de doscientos cincuenta mil pesos”, su sueldo de intendente lo dona para obras. La ciudad es pequeña y sumamente ordenada ya que cuenta con sólo 8 mil habitantes, posee sistema cloacal, gas natural y asfalto en un 98 por ciento. “El único inconveniente algo complejo que tenemos es que no se consigue médico para realizar guardias nocturnas en nuestro dispensario”. Preguntado acerca de cuánto es la paga que se le ofrece a los galenos para radicarse en el pueblo el intendente comentó que “es de 10 mil pesos por cada guardia siendo las mismas desde las 16 de un día hasta las 6 de la mañana del posterior”. “No obstante, aclaró el mandatario municipal, tenemos enfermeros las 24 horas y cuatro ambulancias nuevas que compró el municipio”.

Otro hecho destacable que dio a conocer Negro, es que “los concejales nunca han cobrado un peso, al igual que los tribunales de cuentas, ya que muchos trabajan como empleados de comercio”. Con total tono campechano, con sinceridad, el intendente que está casi 4 décadas aclaró que “en la última elección se presentaron 4 listas, pero me eligieron por 400 votos de diferencia. Uno de los que habían tomado parte de esa elección era de mi partido político, el justicialismo: Al perder conmigo, luego le dieron un cargo en Río Cuarto”.

La nota le fue realizada en su lugar de origen por el corresponsal de A24 Daniel Rodríguez, quien siendo cordobés dejaba transparentar su cara de orgullo, al escuchar situaciones y hechos, que muy pocas veces se dan en el plano de la política nacional indistintamente de los partidos políticos a los que pertenecen los representantes y funcionarios.

Otros de los hechos notorios, es que los impuestos municipales que abonan los ciudadanos son de 600 pesos (es decir 50 pesos al mes) y los jubilados no abonan absolutamente ningún impuesto. Tienen un superávit de 143 millones de pesos en cada ejercicio. Nunca existieron causas de corrupción y además el municipio construyó un hotel Vip y un bonito y completo parque industrial.

En Santa Catalina, no se gasta ni en publicidad y propaganda, ni en poner pautas en los medios de comunicación. Un fiel ejemplo que si en Argentina, se pueden hacer bien las cosas, los resultados serían los correctos en cualquier ámbito fuera de la típica corrupción.