Fútbol: "EL BENDITO O MALDITO VAR"

Fútbol: "EL BENDITO O MALDITO VAR"

¿Funciona bien el VAR en la Argentina?

La presunción de “inocencia de la tecnología aplicada al deporte de la redonda” no sólo se pone en duda en nuestro país, aunque hay que reconocer, que en muchos ámbitos de nuestra sociedad, siempre existen dudas en las definiciones y en las determinaciones que se toman. En el mundo o en algunos países también se generan dudas. Sino, algo internacional que nos incumbe a los argentinos son los tres goles anulados a la Argentina contra Arabia Saudita en la mismísima Copa del Mundo de Qatar. Uno o tal vez dos de ellos, no resistirían nuevos chequeos o análisis.

En el ámbito local este fin de semana la polémica estuvo principalmente centrada en dos encuentros con participación de conjuntos de Córdoba. Porque en el Boca-Talleres, el gol que se le anula a Edinson Cavani deja ciertas dudas, no así fue el avalado por el VAR respecto al gol invalido de Sosa (cuando parte el pase de Botta, estaba un paso adelantado el paraguayo de la “T”). El otro ojo de la tormenta surgió al final de Huracán e Instituto, donde se vio tal vez perjudicado el equipo cordobés. Hubo un “camiseteo” en el área que ¿pudo haber derribado a Pussetto?. Todo entra en el campo del relativismo y la subjetividad, al margen de las jugadas inocentes de algunos defensores que deberían evitar acciones innecesarias.

La tecnología en nuestro país como en otros países, en medio de los cuestionamientos de los hinchas, hace que en circunstancias las interpretaciones de quienes deben impartir “la ley del fútbol”, sean puestas en duda. El 31 de marzo de 2022, el Video Assistant Referee hizo su debut en la Argentina. Luego de muchísimo tiempo de espera, el VAR arribó a nuestro fútbol con la misión de traer más transparencia y evitar injusticias. Sin embargo, un año y medio después de ese momento, esta herramienta se ganó el cuestionamiento de la mayoría de los hinchas, quienes no están conformes con su uso.

Los orígenes de la tecnología en este deporte se remontan a varias décadas atrás. En 2016, la FIFA aprobó la implementación del VAR, la cual se probó en diferentes competiciones durante los siguientes meses, hasta que en marzo de 2018 se autorizó para el Mundial de Rusia. Desde entonces, nada fue igual.

A seis años del gran invento tanto en Copa Libertadores, Sudamericana o torneos locales de esta parte del continente, se generan las propias dudas que están dadas por los intereses de turno. El precursor de esta tecnología fue el Telebeam, inaugurado en las transmisiones del medio italiano RAI, el cual permitía saber si un jugador estaba en offside, medir distancias o velocidad de remates. Fue estrenado en la temporada 1985/86, en las vísperas del Mundial de México. Tras ciertas evoluciones se transformó en el Sistema de Video de Repetición (Video Replay System). Antes del VAR, algunos torneos y ligas experimentaron con la utilización de este sistema, donde los árbitros tenían la posibilidad de revisar jugadas en video a un costado del campo de juego.

 Europa y Argentina en medio de diferencias conceptuales

La Premier League del Reino Unido fue una de las ligas iniciáticas, aprobando su implementación en 2019. Desde ese momento, Inglaterra tuvo un uso similar a como se había mostrado en la Copa del Mundo anterior, aunque a partir de 2021, la Football Asociation (FA) decidió hacer un importante cambio para medir los fuera de juego.

Los árbitros de VAR británicos se ayudan con las cámaras de la televisión y seis cámaras extras: dos en el centro del campo, otro par con vista casi cenital, y las restantes sobre cada área del campo. Además, también pueden tener acceso a cámaras exclusivas de canales de TV, en caso de haberlas. De esta manera, los sistemas pueden llegar a contar con hasta 36 cámaras, incluyendo tanto las de televisión como las propias del VAR.

Los demás europeos ostentan  diferencias. Alemania, país donde el VAR fue considerado todo un éxito desde su implementación, cuenta con una gran central única ubicada en Colonia, la cual está conectada a todos los estadios y donde se realizan todas las revisiones correspondientes y a la que solo puede acceder personal autorizado. Algo similar a lo que ocurre en Argentina, que tiene su sede en Ezeiza.

En España había surgido un gran problema con un partido del Barcelona. En uno de esas disociaciones, se armó tal escándalo que el equipo exMessi solicitó jugar nuevamente el partido y emitió un comunicado criticando duramente el uso de la tecnología y su protocolo, con el cual no se cumplió adecuadamente. Todo había partido de una jugada que no solo causó el malestar de los hinchas del Espanyol, sino que también generó la desconfianza de cientos de hinchas españoles. Argentina sigue lejos de estar al nivel de las grandes potencias del fútbol europeo en cuanto a infraestructura y poderío económico, algo que claramente afecta al desarrollo, mantenimiento y mejora de la tecnología. Por ese motivo, el VAR en nuestro país parece haberse quedado atrás, aunque hay bastante más trasfondo que este…

Según una fuente que conoce el procedimiento del VAR desde sus inicios, la principal diferencia del uso de la herramienta en Argentina y Europa se debe al sistema operativo, ya que el Viejo Continente cuenta con un software más avanzado que otorga una mayor precisión. Por su parte, el sistema que se utiliza en la Liga Profesional tiene un problema, ya que si al momento de golpear el balón no hay una cámara que esté tomando la pelota, no hay forma de saber cuándo con exactitud se realizó el último toque.

En nuestro medio faltan elementos tecnológicos para avalar ciertas decisiones tomadas “a ojo”. Por otra parte, uno de los cuestionamientos que se contempla en este sistema es que la AFA aún no ha implementado la Unidad de Medición Inercial (IMU), el cual consiste en una pelota que tiene un chip adentro que, cada vez que es golpeada, dispara 500 veces por segundo una señal que es enviada a la sala VAR. Eso permite tener una absoluta precisión al momento de saber cuándo se golpea el balón, algo trascendental a la hora de definir el fuera de juego o contactos en la mano del jugador.

Además en Argentina no se tiene la suficiente cantidad de cámaras para poder implementar esta tecnología. En la Liga Profesional, los clubes están obligados a proveer un mínimo de nueve cámaras -contra las 36 que llegan a utilizarse en sistemas más avanzados- que están pensadas para la televisación y no para el VAR, por lo que no están ubicadas en lugares estratégicos que ayuden a la toma de decisiones.

Por otra parte, nuestro país tampoco cuenta con el Sistema de Detección Automática de Goles (DAG), que dice cuándo la pelota ingresó totalmente en el arco. Al igual que el IMU, este se trata de sumarle un chip a la pelota, vinculado a un conjunto de cámaras ubicadas sobre los arcos que detectan cuando el balón cruza la línea en su totalidad. Si esto sucede, el chip envía señales al reloj del árbitro avisándole que fue gol, sin dar lugar a la duda. A su vez Argentina cuenta con un nivel de tecnología menor con respecto al uso en Europa en lo que al control en Ezeiza sucede. Sin embargo, algo que preocupa a los hinchas es su transparencia: el saber cómo funciona el procedimiento de los que trabajan en el VAR y si estos pueden ser influenciados al momento de realizar sus funciones.

La Dirección de Arbitraje, había elegido no dar a conocer los audios como ocurrió desde hace tiempo en los encuentros internacionales de la CONMEBOL. Esto está permitido por la FIFA, que no obliga a las federaciones a dar a conocer las conversaciones.

El motivo por el que en Argentina no se publicaban dichos audios fue revelado por el propio Federico Beligoy -máximo responsable del arbitraje de nuestro país-, unos meses atrás. “Los audios se van a hacer públicos cuando nosotros lo dispongamos, cuando creamos que nuestro equipo está cien por ciento preparado”, explicó el juez, dando a entender que nuestros referís no estaban listos en aquel momento.

Ese combo de situaciones y de ciertas anomalías donde priva la subjetividad, tanto puede darse en Europa, Sudamérica, como en cualquier sitio del mundo…¿Pero la deshonestidad que se ve reflejada en el contexto político, social, en las esferas económicas o en las sindicales-empresariales…no hace dudar al hincha por las “preferencias” de uno u otro equipo?

En otros deportes como el rugby, el hockey, el tenis, la tecnología no es discutida…¿por qué entonces el fútbol en Argentina (esencialmente) está tan puesto en la vidriera como algo dudoso respecto a lo tecnológico?...¿No sucede hasta en los torneos internacionales de la FIFA que las dudas subyacen?...Es un todo de hechos que parten de la credibilidad, de la decencia, de las dudas mismas y de un control que no sólo anula o avala goles, penales o fueras de juego; sino que hasta en circunstancias se pierde el fervor por el fútbol con la espera de convalidar o no un gol o un penal. Además, muchas veces en nuestro medio el tiempo que se adiciona luego de perderse 7 u 8 minutos o más, no contempla esa porción desperdiciada.(Fuentes investigativas: Revista Marca; L´equipe; La Gazzetta dello Sport y Olé de Argentina)

En el Kempes existieorn dudas con el "no gol" de River ante Boca