El gigante de Huinca Renancó
El pequeño Gladiador cordobés: TRES VECES CAMPEÓN MUNDIAL
Por Rubén O. Scollo
El boxeo es ingrato, difícil y demasiado rudo. No todos llegan a obtener ni títulos nacionales o regionales y menos mundiales. Pero Santos ”Falucho” Laciar, el de Huinca Renancó, fue tres veces ganador de cetros en dos categorías.
Un día como hoy en 1959 (31 del 01), nacía en Huinca Renancó, Córdoba, uno de los campeones del mundo del boxeo argentino más importantes, Santos Benigno Laciar “alias” Falucho. Monzón, Galíndez, Castro, Maravilla, Narváez, Coggi, Vázquez, Maidana, están en ese lote de la elite nacional. Fueron entre hombres y mujeres más de cincuenta títulos para la Argentina y Laciar, estuvo en ese grupo de consagrados. Tres veces campeón del mundo, en su pueblo siempre fue muy querido por su bondad.
Se abrió camino en la vida a fuerza de golpes, su baja talla (1,55m) lo hacía necesitar un gran temple y carácter para hacerse respetar. De la práctica amateur pasó a ser profesional, hasta lograr en poco tiempo, el reconocimiento del mundo del boxeo. Su gran parada le llegó en 1981, en Soweto, afueras de Johannesburg. Allí obtuvo su primer título mundial de la categoría Mosca de la Asociación Mundial de Boxeo al vencer por Knock Out al sudafricano Peter Mathebula.
El panameño Luis Ibarra le arrebata el título unos meses después, pero Laciar, deseaba reconquistarlo rápido. Tal fue, que el 1 de mayo de 1982 vuelve a coronarse Campeón mundial de la categoría Mosca de la Asociación Mundial de Boxeo al ganarle por Knock Out al mexicano Juan Herrera. A partir de allí defendió y retuvo el título en 10 oportunidades, luego de la décima defensa frente al mexicano Gilberto Román, decide renunciar al título de la AMB y pelear por el de Supermosca del Consejo Mundial de Boxeo.
La cita, el 16 de mayo de 1987 en el Stade René Thys de Reims, Francia, frente al mismo rival, Gilberto Román. Laciar, en esa oportunidad, le ganó por Knock Out en el round once, logrando su tercer título mundial. Coincidiendo con su época de gloria obtuvo tres años seguidos, 1982, 1983 y 1984 el premio Olimpia de Oro y en 1990 el premio Konex al mejor boxeador de la década. Hoy vive de su gloria deportiva justamente ganada en el ring.