El caso similar al de Báez Sosa ocurrido en Cerro de Las Rosas
El joven cordobés Marcos Spedale tenía 16 años cuando lo asesinaron a golpes, ya pasaron 18 años
A la salida de un boliche de Córdoba, sete acusados llegaron a juicio pero solo uno fue condenado a 15 años de prisión, de los cuales cumplió solo ocho. Todos pertenecían a familias vinculados al poder. “Marcos debería haber filmado su propia muerte para que fueran presos”, había comentado a TN su papá. El próximo domingo se cumplirán 18 años del asesinato de Marcos Spedale en la provincia de Córdoba. La víctima, que entonces tenía 16 años, fue atacado a la salida de un boliche por una patota de “chicos bien” y lo asesinaron a golpes, trompadas y botellazos. Eran 7 contra 1, y actualmente se encuentran todos en libertad. “Marcos debería haber filmado su propia muerte para que fueran presos”, dijo el papá del adolescente asesinado.
Por estos días se están llevando a cabo en la ciudad bonaerense de Dolores, el juicio a los 8 implicados de matar a Fernando Báez Sosa, la sociedad está conmovida con los relatos y la frialdad que emana de los rostros de los asesinos. Fueron incontables la cantidad de asesinatos de adolescentes en nuestro país, y la toma de conciencia parecería ser ocultada bajo el manto de la hipocresía. El caso de Spedale, conmovió a Córdoba por los hechos y por cómo fueron liberados los atacantes.
A días de que se cumpla un nuevo aniversario sin el muchacho brutalmente asesinado en Córdoba, todos los recuerdos de aquella madrugada trágica del 8 de enero de 2005 vuelven a estar en carne viva. “El dolor por la muerte de un hijo no tiene nombre, se lleva hasta el último día”, remarcó Héctor Spedale, profundamente movilizado.
La fatalidad encontró a Marcos cuando salió con sus amigos de un local bailable ubicado en el barrio Cerro de las Rosas. Era una noche de verano y los chicos decidieron volver caminando, pero en el trayecto se toparon con otro grupo de adolescentes, de entre 16 y 21 años, y se desató la locura.
Después de varios insultos y provocaciones que no obtuvieron respuesta, uno de los agresores golpeó al amigo más chico de Marcos. “¡Por qué le pegás, no ves el tamaño que tiene!”, le gritó la víctima. Esa intervención, aunque noble, fue su sentencia de muerte.“Marcos murió en su ley”, afirmó Spedale en diálogo con los medios, haciendo referencia al espíritu leal y conciliador de su hijo, al salir en defensa de su amigo y ponerse a sí mismo en peligro. La paliza que recibió duró un par de minutos, pero fue letal.
El rol de los testigos fue clave para reconstruir la tragedia en esa época, donde todavía no se contaba con los mismos recursos que actualmente ofrece la tecnología. Justamente una joven, que al momento del hecho estaba en la vereda de enfrente en una parada de colectivos, contó que a Marcos le pegaban “como si fuera una bolsa de basura”.
Durante la investigación se supo que el grupo de agresores tenía “fama” de patoteros en la zona norte de la ciudad de Córdoba y se llamaban a sí mismos “la banda de la quiniela” porque solían reunirse en la puerta de un local de juegos de azar.
“Uno era el hijo de un ayudante de fiscal, otro de una escribana y un tercero de un concejal”, enumeró Spedale, tras lo cual apuntó que “tuvieron a los mejores abogados”. Tal vez esos vínculos fueran la única explicación para el desenlace que tuvo la historia. “Para la Justicia fueron unos pobres chicos, que no sabían lo que hacían”, cuestionó el papá de Marcos.
Los siete acusados, de los cuales solo dos eran mayores de edad, llegaron a juicio en 2006. La Cámara 10ª del Crimen de Córdoba condenó a 15 años de prisión al principal acusado, Ramiro Pelliza, de 21, por el delito de homicidio simple.En tanto, Federico Carranza, de 19 años, fue absuelto por el beneficio de la duda. El resto de los involucrados quedaron a disposición de un Juzgado de Menores, que los condenó a 6 años de prisión por considerarlos coautores de “homicidio simple con dolo eventual”, y los dejó en libertad.
La mamá de Marcos murió en 2017. La mujer tenía diabetes y, según indicaron los medios locales, se descompensó mientras tomaba sol en el jardín de su casa, cayó a la pileta y se ahogó.