Caso María Soledad: Crimen y Corrupción
Por Juan Cruz Araya
El 7 de septiembre no es una fecha más en el calendario de la historia argentina. Se cumplen 29 años desde la desaparición de María Soledad Morales a manos de “los hijos del poder” (como lo llamaron los medios de la época) en San Fernando del Valle de Catamarca.
Ese día fue la última vez que una joven de 18 años que soñaba con ser modelo salió de su casa, se despidió de sus padres y vio a sus amigos.
El sábado 8 ya sería otra la historia para la joven estudiante catamarqueña. Pero repasemos los hechos para entenderlos.
El 7 de septiembre María Soledad Morales se dirigió a la fiesta que su colegio organizó en la discoteca Le Feu Rouge para juntar fondo que ayudasen a pagar el viaje de egresados a Bariloche. Vestida con Jean y polera negra, la adolescente pidió permiso a sus padres para quedarse a dormir en casa de una amiga.
Pero aquello representó una excusa para poder verse con un hombre con quien mantenía una relación en secreto; Luis Tula de 30 años, casado con Ruth Salazar.
Alrededor de las 3 de la mañana, Tula la pasa a buscar para que vayan juntos al boliche Clivus donde se consumía droga de forma impune y bajo el ojo ciego de la ley.
El consumo de estupefacientes no resulta un dato menor si consideramos como se dieron los hechos a posterioridad.
Esa fue la última noche de María Soledad Morales, con apenas 18 años su vida se vio interrumpida por un grupo de hombres que, por amparo del poder de turno, tardaron casi 8 años en recibir el castigo por lo que hicieron.
Aparte de Luis Tula, se encontraban Diego Jalil( hijo del intendente de la capital catamarqueña), Arnoldito Saadi( primo del gobernador Ramón Saadi), Miguel Ferreyra( hijo del comisario) y Guillermo Luque (hijo del diputado nacional Ángel Luque).
Este representante en el Congreso merecería un capítulo aparte en la historia, puesto que sus declaraciones revisten un nivel de impunidad pocas veces visto. El diputado sentenció “ si mi hijo hubiera sido el asesino, el cadáver no hubiera aparecido nunca. Tengo todo el poder para eso". Al poco tiempo fue expulsado del Congreso por ese motivo.
Pero volviendo al caso, Morales fue hallada por obreros de vialidad el lunes 10 de septiembre en un campo de la ruta 38. Su cuerpo presentaba quebradiza de mandíbula, quemadura de cigarrillos, le faltaba cuero cabelludo y un ojo, y parte del cuerpo había sido devorado por los chanchos que estaba en el campo.
La causa transcurrió entre muestras abiertas de corrupción y encubrimiento; se borraron huellas digitales, se retractaron testigos, se inventaron coartadas y hasta llegó a intervenirse la provincia por orden del presidente Menem, enviando a Luis Patti para “poner orden".
La joven de 18 años, que tal vez pudo llegar a ser modelo, pasó 8 años sin que nadie pagara por haberla violado, violentado y asesinado.
Solo el pedido de justicia que la ciudadanía de Catamarca encabezada por Ada Rizzaro( madre de María Soledad) realizaba jueves tras jueves en las calles. Llegaron a ser 30 mil personas pidiendo que la justicia actuara.
Finalmente el 27 de septiembre de 1998 Guillermo Luque fue condenado a 21 años de prisión por asesinato y violación; y Luis Tula recibió la pena de 9 años por ser partícipe necesario para que el hecho se cometiera.
Se cumplen 29 años desde la desaparición de María Soledad Morales, un crimen que sacudió la historia argentina por la violencia del hecho pero también por la corrupción inmensa que dejó en evidencia a los hijos del poder.