
Seis años sin teléfonos públicos en Córdoba
A principios de junio del 2016, la Municipalidad de Córdoba acordó con Telecom el retiro de las cabinas telefónicas que se encontraban en desuso.
Hace ya seis años que en Córdoba empezaron a quitarse más de 300 cabinas de teléfono que se encontraban repartidas en distintos sectores de la ciudad. Su utilidad y practicidad fueron indiscutibles a finales de los años 90 y a principios de este siglo, pero con el pasar de los años empezaron a quedar obsoletos con la demanda y el uso de los celulares.
En la actualidad, se estima que la tasa de penetración de la telefonía móvil es de 102 teléfonos celulares por cada 100 personas. Este gran número se debe a que el acceso a un celular fue facilitado por distintos planes de pago para que incluso personas de bajos recursos pudieran adquirir un equipo para poder comunicarse efectivamente. La adquisición de un celular fue promovida por la escasez de alternativas para comunicarse, ya que con el paso de los años incluso el uso de la telefonía fija fue disminuyendo considerablemente. Además, se estima que existen más de 120 líneas activas por cada 100 personas en Argentina.
Claro, que ingresó a principios de la década del 2000 al mercado de la telefonía, es hoy la compañía que más líneas móviles posee por operador, superando a Personal, Movistar y a otros competidores.
Aparte del boom de la telefonía móvil, las cabinas fueron removidas porque eran objeto de vandalismo constante y porque ocupaban espacio en la vía pública. Por ordenanza, solo se dejaron pocas unidades distribuidas estratégicamente por distintos puntos de la ciudad.
A principios de 2015, Telecom admitía que más allá del nulo uso y cuidado de las cabinas telefónicas, no existía ningún plan para retirarlas. Recién año y medio después se empezaron a remover, cuando su situación era de abandono total.
En 2019, Gustavo Arraigada, encargado de Prensa en Telecom, explicaba que las pocas unidades que quedaban en funcionamiento se encontraban en hospitales, shoppings, en las terminales de ómnibus y otros puntos centrales. Una de las razones por la que no se removieron todas las cabinas era la utilidad de las mismas para situaciones de emergencias, ya que los números de la policía y de los bomberos, entre otros, seguían siendo gratis.