Reclamos y acampes, para mejorar las condiciones de vida en Casa Bamba
Por Rubén Oscar Scollo.
La firma Mogote Cortado hace tiempo desea instalar una cantera en un área de protección ambiental, mientras que los vecinos de la localidad deben solicitar permiso para llegar a sus casas, o hacerlo por las vías del ferrocarril.
Esta semana se describió la triste historia del “Bamba”, un aborigen de Punilla que tuvo una existencia plagada de amarguras hasta su trágica muerte. Y pareciera ser que todo lo relacionado a ese nombre vuelve a repetirse, como esa leyenda que lo tiene como un personaje enigmático y con problemáticas complejas.
Es que los pobladores de Casa Bamba realizaron un pacífico acampe días pasados, que tuvo por objeto el reclamo para que se haga efectivo el desbloqueo de una calle pública. Por tal motivo llevaron a cabo entre otras actividades, un festival para fortalecer las quejas contra una empresa minera que está detrás de los hechos. Y esta localidad situada en el departamento de Colón a siete kilómetros de La Calera y a sólo treinta de la capital provincial, se ve en el presente dañada por situaciones nefastas para sus sesenta pobladores.
Haciendo honor a los datos históricos, vale citar a Joseph Oulton, quien en 1867 había llegado a la zona y solicitado permiso para la construcción de una usina eléctrica, perforando un túnel de 82 metros en la montaña. De esa forma pudo desviarse el curso del río y aprovecharse una caída de treinta y un metros para generar energía. Este proyecto fue complementado por Carlos Cassaffouth, de la Oficina de Riesgo provincial. No obstante trece años más tarde, el citado ingeniero fue procesado y debió abandonar su cargo. La situación hizo que Oulton se desprendiera del emprendimiento, el que posteriormente fue adquirido por la empresa The Córdoba Light and Power Company. Entre 1897 y 1901 se instalaron tres potentes turbinas por gestión de los nuevos dueños, lo que significó el comienzo de la etapa del desarrollo industrial de Córdoba.
Esa obra fue pionera al desviarse el agua a través de un túnel, concepto luego copiado por muchas centrales hidroeléctricas. Claro que la misma que se encuentra fuera de servicio desde 1964; y en un estado de abandono, sólo es tenida en cuenta como subestación.
En la comunidad viven hoy unas quince familias desde varias décadas atrás, y la actual empresa minera que se ubica en la región, había decidido cerrar la única calle que comunicaba al paraje colocando un portón. Ese hecho generó una verdadera incertidumbre, debido a esa arbitraria determinación que dañaba a los moradores. Por ese motivo, los mismos judicializaron la causa admitiendo que se “ha perjudicado tanto la salud, como el trabajo y la educación de los escasos pobladores”. Además y durante los últimos incendios forestales, esa dificultad puso en una situación delicada a estos habitantes; ya que al producirse los devastadores sucesos, se encontraron atrapados entre las llamas y el cauce del río Suquía. Debido a esas circunstancias, debieron desplazarse por las vías del tren, con los riesgos que ello implicaba.
No obstante hace un tiempo, un equipo intedisciplinario y extensionista de la Facultad de Filosofía y Humanidades y de Ciencias Sociales de la UNC, está trabajando en un informe final sobre esta problemática afrontada por los habitantes de esta comunidad serrana afectada por la decisión de la compañía minera en “cerrar el único camino público que existe para ingresar a sus viviendas”. El proyecto de explotación de una cantera en un sitio clasificado como zona roja, atenta contra la Ley de Bosques y la reserva arqueológica que allí se encuentra.
A partir de la intervención del movimiento estudiantil de investigadores y con la realización de los reclamos pertinentes, se concretaron desde acampes hasta un festival “para alertar a los cordobeses sobre la delicada situación que sobrellevan esas quince familias”. Por último, vale afirmar que los integrantes de las facultades citadas, desarrollaron un relevamiento territorial en Casa Bamba, y eso fue a finales del pasado año. Ese equipo tuvo por objeto “generar un informe acerca de dicha problemática que dañó a la comunidad en cuanto a condiciones de vida; debido al deterioro del medioambiente y el cierre de la citada calle, entre otras irregularidades”. Lo expresado fue perfectamente descrito en el medio periodístico editado por la UNC con la colaboración de los investigadores Tumini y Peña Barberón.
“El proceso investigativo busca recopilar información sobre indagaciones, acciones y publicaciones acaecidas en los últimos años, en virtud de la delicada situación que atraviesa esta comunidad serrana ubicada en las cercanías de Córdoba capital. Por último y según lo expresado por algunos de los habitantes del lugar: “a partir del acampe se produjeron algunos cambios, como la posibilidad de acceso a las familias hacia Casa Bamba por el camino de siempre, además de la colocación de una pasarela para poder atravesar el río. Eso afortunadamente lo realizó el municipio de La Calera”. Pero por otra parte y de acuerdo a lo analizado por los investigadores universitarios “hasta el momento las soluciones siguen siendo deficientes y no garantizan los derechos básicos de la sufrida población”.