Notable descubrimiento antropológico en Galicia

Notable descubrimiento antropológico en Galicia

Arqueología-Antropología: LA QUE BAJÓ DE LA MONTAÑA.

Elba tenía lo que se dice realmente mala suerte. En algún momento a lo largo de su infancia sufrió un fuerte golpe en la cabeza y mucha, mucha hambre a juzgar por la desnutrición que presentan sus huesos. Padecía artrosis pese su edad y tenía un serio problema de salud dental.  Elba era pastora de ganado vacuno pero intolerante a la lactosa de acuerdo a investigaciones realizadas en España.

 

Pero tenemos que trasladarnos a hace 9.300 años en una montañosa región de Galicia. Probablemente comienza la primavera y la joven atraviesa un puerto de montaña buscando pastos verdes para los tres uros (antepasados de las vacas y toros europeos) que le acompañan. Cuesta imaginar la escena de la pequeña pastora (medía apenas 1 metro cincuenta y dos centímetros) guiando a las tres descomunales bestias ya que la cornamenta de una de ellas medía 2 metros.

La pobre Elba no sabía lo que le aguardaba oculto bajo la nieve. El techo de una enorme cueva tectónica se había derrumbado dejando al descubierto una dolina de más de 15 metros de altura. Y estaba en su camino. Así que a la joven y a su ganado se los tragó la tierra, literalmente, y aunque no murieron por la caída quedaron allí atrapados. La arcilla conservó sus huesos en aquella cueva, conocida como Cueva del Uro, hasta que geólogos y antropólogos forenses de la Universidad da Coruña y del Instituto Universitario de Xeoloxía Isidro Parga Pondal reconstruyeron la historia de Elba y le pusieron cara a nuestra desafortunada amiga.

Aunque de poco consuelo pueda servirle, Elba, aquella joven pastora de piel oscura, se ha convertido 9.300 años después en la primera mujer del Mesolítico (periodo intermedio entre el Paleolítico y el Neolítico) estudiada genéticamente en la Península Ibérica. Su nombre, en celta, significa “La que bajó de la montaña”