Empresarios le buscan la vuelta para empezar a recortar sueldos a sus empleados
Los empresarios quieren una reformulación del esquema de emergencia laboral dispuesto por el Gobierno. A través del DNU 329, las autoridades prohibieron a principios de abril los despidos y suspensiones unilaterales y autorizaron negociaciones con los sindicatos para acordar licenciamientos con reducciones salariales, una modalidad contemplada por el artículo 223 bis.
Así se buscó contener la ola de cesantías y licenciamientos que desde marzo afectó a más de 300.000 trabajadores. Pero las tensiones volvieron a aflorar esta semana con la caída en cascada de los acuerdos que estaban por firmarse en la industria metalúrgica, en el sector del comercio y en el rubro automotor.
La discusión quedó totalmente paralizada en los concesionarios, un sector que emplea a 50.000 de personas en forma directa. Allí, la cámara de la actividad, Acara, ofreció el pago de un monto no remunerativo con una rebaja de entre el 40% y el 50% del salario y la suspensión de los aportes al sindicato. Todo esto a la espera de eventuales fondos estatales para pagar el resto de las remuneraciones.
Pero la propuesta chocó de frente con las expectativas del gremio metalmecánico Smata, cuyo líder Ricardo Pignanelli ahora pide como mínimo un 70% del salario y una suba ajustada por la inflación del primer trimestre. Desde entonces, el sindicalista dejó de responder llamados. "No tenemos acordado nada, pero trabajamos en una quita salarial importante", reconoció una fuente del sector.
Dentro del frente empresario hay diferencias entre los concesionarios del interior y los de Buenos Aires, que se muestran más duros y esperaban una postura similar de las terminales. La mayoría de los fabricantes de vehículos renovó con Smata los licenciamientos del personal con el pago del 70% del salario neto en promedio.
Ese es el caso de Ford, Volkswagen, Mercedes Benz, Toyota y Honda. La excepción fue Renault, que había pactado un salario del 60%. En todos los casos utilizaron el 223 Bis para reducir cargas patronales y pagar sumas no remunerativas.
Mientras tanto, en el sector autopartista la negociación también se empantanó. Si bien la cámara AFAC se había acercado a garantizar un 65% del salario neto, no hubo acuerdo sobre la actualización trimestral y el formato de suspensiones en los próximos meses. El DNU 376, por último, terminó de complicar las tratativas.