"El hombre mecánico, pero no naranja"

"El hombre mecánico, pero no naranja"

Por Laura Becerra.

Pedagoga Social

El que puede con egocentrismo; sentarse en la mesa de “fiestas de Fin de año” en la punta de la mesa; el que “todo lo puede solo”.

No consideremos que como Mujeres y diversidad que creamos estos hombres mecánicos; es una deuda del capitalismo; y una “mochila que no corresponde sostener en nuestras espaldas”.

Pero estas maquinarias; se han alejado de sus sentimientos y vínculos afectivos.

El hombre mecánico que todo lo puede solo; no acepta ni necesita ayuda; pero la canaliza hacia el otro; que “aparenta ser más débil”……..o muchas veces o se autoagreden…. “pedir ayuda no es de hombre”; “mostrar sentimientos y llorar, claro que menos”; sería una desautorización a la autoridad masculina….

En esa fragilidad de no poder mostrar vulnerabilidad; esa exigencia a la independencia egoísta y distante; fría y sobre productiva; es generadora de conflictos en la maquinaria; donde “el aceite algunos dirán que es el amor “; pero yendo un poco más a la profundidad; (para no entrar en quien debe darles amor) es principalmente responsabilidad que ellos que “quieran ser naranjas”, responsabilizarse y alejarse de esos mandatos capitalistas y esa pasividad alienante.

El ser de la existencia; tiene que sobrevivir para “dejar de ser utilizado por el mismo sistema que lo corrompe”; y aquí la salvación es la responsabilidad y afectividad. Además debemos trabajar con hombres que ejercen violencia; es prevención hacia la violencia de género, es un tema que ya debemos ponernos de acuerdo como Mujeres y Diversidades. El uso y abuso del poder; que podría ser consumido como una droga, frena la creatividad; potencia la soledad y el individualismo.

Caminando en fila y mirando el celular; van narcisistas, que nunca tienen la culpa; justifican sus acciones; discuten con violencia y odio a lo “supuestamente inferior”. El hombre solitario del siglo XXI, sufre. Su búsqueda de constante adrenalina, que tiende a “calmar las aguas”; y la dominación; hace que sea difícil que “sepan algo personal de quien está al lado; más bien se van a fijar en los accesorios” de una brutalidad superficial.

“Además, no olvidemos que el reconocimiento y la pertenencia al grupo de hombres mecánicos, es importante y esconde complicidad, donde no hay que canalizar el dolor; donde hay que ser fuerte; adultocentrista; estético e inteligente” EL hombre mecánico sufre… “sin comunidad; no hay liberación”, no queremos que nos interpreten y nos digan que hacer; queremos una vida digna de libertad y respeto, alianza con el otre y disfrutar de lo poco que tenemos”.

“Está bien, que los mecánicos locales; se diferencian de los demás; y se acercan más a la simpleza de lo común”… pero necesitamos más naranjas y menos verdulerías.