Descubrimiento de restos fósiles únicos en la provincia de San Juan
Descubrimiento de restos fósiles únicos en la provincia de San Juan

Descubrimiento de restos fósiles únicos en la provincia de San Juan

Un gran hallazgo en el Valle de la Luna, que  tomó mayor difusión nacional por estos días

 

Por Rubén Omar Scollo

En nuestro territorio existen innumerables sitios antropológicos-arqueológicos como paleontológicos. Para la búsqueda de registro, existen investigadores pertenecientes a las más notables universidades, como así también a centros científicos como el CONICET y fundaciones, que muchas veces aportan el capital para tales búsquedas.

Para el caso, un equipo de investigadores del Instituto y Museo de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de San Juan, luego de producirse el hallazgo y de haber estudiado los restos encontrados, publicaron datos concretos en la revista de dicha Casa de Altos Estudios. Con el título de “Un hallazgo prehistórico para la historia” (publicado en abril del 2019), se detallan las características de lo realizado y de lo que han descubierto.

Los investigadores de la UNSJ dieron cuenta en ese sitio clave, de fósiles acumulados, en una reserva de elevado valor científico. “Algo nunca visto”, define un especialista. “El destino de  los huesos está sellado: todos, en bloque, como yacían en el sitio, serán una valiosa pieza del gran Museo de Ciencias Naturales que todavía está en construcción”, afirma el investigador Ricardo Martínez.

Es difícil saber la causa de la acumulación de huesos. “Tal vez pudo deberse a una gran sequía que reunió a distintos animales alrededor de una pequeña laguna. Esa lagunita en medio de una sequía después debió haberse estrechado y los animales se fueron amontonando. Así tal vez llegó un momento en que empezaron a morir de sed y debilidad y quedaron allí”, deduce Martínez.

El paleontólogo señala la franja temporal en la que puede situarse el hallazgo.  De acuerdo a consideraciones de los investigadores, se presupone que los restos de animales pertenecen a un periodo ubicado entre la fauna de la formación Ischigualasto (231 millones de años), de cuya edad son los dinosaurios más antiguos, antecesores de cocodrilos y mamíferos, y la fauna de la formación de Los colorados, en el extremo oriental de Ischigualasto, donde los dinosaurios ya eran más abundantes.

Se conoce que esa época de grandes saurópodos, enormes animales de cuatro patas, data de más de doscientos millones de años. Lo hallado está en el medio de esas dos faunas: data de unos 220 millones de años (Período Triásico), por lo cual tiene el valor científico de dotar de información sobre la transición de la fauna entre los períodos de Ischigualasto y de Los colorados.

Los científicos denominan con el término inglés “bone bed “(lecho óseo), a la  acumulación de fósiles, huesos pegados entre sí en un espacio de alrededor de cuatro metros cuadrados. Su profundidad aún no está definida, pero calculan que puede haber como mínimo un metro de restos. Nunca se había llegado a un descubrimiento de este tipo y lo más importante es que esos fósiles proveen información referente a una antigüedad de millones de años, situado entre las dos etapas paleontológicas estudiadas. Rescatados en bloque, tal como yacen hoy en el sitio, serán expuestos en el Museo de Ciencias Naturales que se prosigue construyendo en avenida España al 406 Norte, provincia de San Juan. Ricardo Martínez, investigador del Instituto y Museo de Ciencias Naturales (IMCN) de la Universidad Nacional de San Juan dice: “aún no sabemos con certeza de qué animales son los huesos. Hay seis o siete dicinodontes, suponemos del género Jachalería, y dos o más carnívoros grandes de tipo dinosaurio, seguro especies desconocidas para la ciencia”.

De acuerdo a lo detallado por Ricardo Martínez: “Nunca en Ischigualasto ni afuera de ese sitio encontramos algo así”. Y es que hallaron, todo junto en una discreta superficie, al menos siete mandíbulas de diferentes animales y un cráneo que mide unos 40 centímetros, todos restos de animales grandes, de cuatro patas. “Son huesos de herbívoros en su mayoría, que son los dicinodontes, pero también hay de un animal carnívoro”, apunta el investigador.

Cabe informar que el equipo de paleontólogos trabaja en la fase más detallada del rescate de los fósiles, en ese sitio conocido masivamente como Valle de la Luna. “Vi un hueso que no estaba destruido por la erosión y empecé a pincelar durante mucho tiempo. Entonces aparecieron más. Así fuimos dejando expuestos esas restos óseos hasta que en un momento paramos y le hicimos una cobertura para protegerlos de las lluvias. Ahora hay que realizar un trabajo complejo, de ingeniería, para sacar el bloque completo”, relata el científico Martínez. “Tenemos que compatibilizar ambos aspectos: posiblemente perdamos un poco de información científica, pero la Provincia va a ganar con la exhibición de esta pieza única”.

Los datos para esta nota fueron los proporcionados y publicados, por la revista de la citada Universidad