Boca campeón: Una final donde pudo haber estado Talleres

Boca campeón: Una final donde pudo haber estado Talleres

Por Rubén Omar Scollo

Y sí, por un lado llegaba el Taladro sureño con todos sus sueños de alzar el trofeo, y Banfield esperó hasta la última fecha pero le alcanzaba con poco, ya que estaba a las puertas del partido por el campeonato. Sólo fue ese empujoncito del encuentro final para que los de Crespo aspirasen a un tercer título oficial de la AFA. Y allí quedó el representante de Córdoba, a sólo una unidad del puntero. Si bien había vencido a  Colón de visitante en la última jornada, eso no le sirvió  para jugar la finalísima con los auriazules. 

Por la otra zona, llegaba un Boca luego de una disputada fecha donde también River y Argentinos Juniors tuvieron aspiraciones. Y al Xeneize  le quedaba el Santos en Brasil para encontrase con otra final, pero esa final deseada siempre por los grandes: la  de la Libertadores.

Los brasileños destrozaron a un apático equipo argentino en esa vuelta fatídica (luego de un 0 a 0 en la ida) y el plantel de Russo regresó al país, rodeado de un halo de misterio. Rodeado de críticas y posibles renuncias. Para ese entonces los de la Ribera eran un equipo que sólo disputaría la copa doméstica en la búsqueda del bicampeonato. 

Luego de un partido sin muchos brillos, de noventa minutos más el adicional finalizado igualado en un tanto, se venían los penales. Y es que a Boca esa instancia o definición,  casi siempre le es favorable. ¡Por supuesto!... esta vez no iba a ser diferente, Boca volvió a gritar campeón metiendo en su bolso su trofeo setenta. Un bolso vacío de copas internaciones desde hace más de una década. Escaso de buen juego desde varias fechas atrás. Pero Boca al fin y al cabo, siempre es Boca y con algo se queda.

Parecía que el rotundo fracaso en tierras brasileñas ya era parte de una vieja historia. Parecía que los problemas entre el plantel, la Comisión de Fútbol y la dirigencia, era tan solo un cuento de hadas. Pero  en San Juan festejaron Carlos Tévez, Wanchope, Andrada, Izquierdoz y compañía. En la provincia cuyana, todos los malestares se transformaron en alegrías. En un torneo mal organizado, que muy pocos interpretaron, habían quedado en el camino las buenas intenciones del  propio Banfield, de Argentinos, River, Huracán, Gimnasia y de nuestro Talleres cordobés. Eso sí, el “xeneize” sin derrochar lujos, pudo nuevamente gritar: “Campeón”.