
Paleoindios: descubrimiento en Estados Unidos
Hace 12.960 años, en el norte de lo que hoy es Estados Unidos, un mamut fue abatido por un grupo de los humanos que ya habían empezado a colonizar América al final del Paleolítico. Los vestigios de la bestial escena quedaron grabados a fuego en el yacimiento arqueológico de La Prele —descubierto en 1986 en el estado de Wyoming—, así como el asentamiento de quienes dieron muerte al animal.
“Los humanos no solo cazaron animales para comer y subsistir. También los atrapaban para otros fines”, explica el arqueólogo Spencer Pelton, autor principal del estudio que se ha publicado en la revista PLOS ONE. Los investigadores examinaron 32 fragmentos de huesos recolectados, comparando péptidos (es decir, cadenas cortas de aminoácidos) de estas herramientas con los de animales que existieron durante ese período. “Los arqueólogos no han identificado los materiales utilizados para producirlas y eso limita la comprensión de esta invención cultural”, sostuvo.
En ese lugar, los cazadores-recolectores paleo-indios de aquellas altas latitudes no solo se dedicaban a capturar animales para comer su carne. También aprovecharon su piel para fabricar prendas, hechas a la medida de sus cuerpos, que ayudaron a tolerar el clima gélido de ese período. Un grupo de investigadores de la Universidad de Wyoming ha logrado datar las agujas de hueso que usaron para coser esas ropas y han identificado el tipo de animal del que provenían esas herramientas.
Los antiguos habitantes del yacimiento de La Prele, según los científicos, utilizaron huesos de zorros rojos, gatos monteses, pumas, linces e incluso liebres para fabricar estas pequeñas herramientas, que solían ser afiladas con piedras hasta formar una punta. Aunque los autores aclaran que no se ha logrado conservar restos de la ropa por los miles de años transcurridos hasta la fecha, sí hay certeza indirecta de su existencia por la forma de estas agujas de hueso de animal.