Obesidad: La otra pandemia

Obesidad: La otra pandemia

En los últimos 13 años, en la Argentina hubo un incremento importante del 73.3 por ciento de personas con obesidad. Actualmente, esta enfermedad representa uno de los factores de riesgo ante la posibilidad de contagio del coronavirus, mientras especialistas piden "un programa transversal y multisectorial para frenar esta otra pandemia".

Hoy en el Día Mundial de la Obesidad, la médica especialista en nutrición Mónica Katz, aseguró a Télam que hoy "hay un choque de pandemias". quien pertenece a la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN) y fue fundadora del Equipo de Trastornos Alimentarios del Hospital Municipal Durand de la ciudad de Buenos Aires.
 
"Como la obesidad es una enfermedad inflamatoria, todas las células del sistema de defensa están atacando equivocadamente a la grasa en exceso que tiene una persona con obesidad como si fuera un virus, lo que provoca que no queden 'soldados para pelear la guerra' contra el SARS Cov-2, que es el virus que provoca la epidemia del Covid-19", indicó la médica especialista.

Además, agregó que antes de la pandemia, los registros señalaban que 7  de cad 10 adultos y 4 de cada 10 niños sufren este trastorno; apareció la pandemia del Covid-19 y "engordó más a la gente".

Datos de un estudio de la SAN revelaron que seis de cada diez argentinos subieron de peso durante el aislamiento social y aquellos que tenían sobrepeso antes de la pandemia de Covid-19 tuvieron un 42% más de chances de engordar que el resto de las personas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró  en el 1997 la pandemia de obesidad y desde ese entonces, manifestó Katz, "la Argentina no hizo nada".

Esta especialista en nutrición titular del Centro Katz- espacio abocado al tratamiento de las patologías asociadas con la nutrición- afirmó:"Es necesario urgentemente un programa de lucha contra la obesidad, y esto no es un etiquetado frontal, que está buenísimo, sino que implica un programa sostenido en el tiempo, transversal y multisectorial".

Y aclaró: "Esto quiere decir, tomar acciones en la comunidad, en el trabajo, oficinas públicas, escuelas, en medios de comunicación masiva, todos trabajando juntos con el objetivo de por lo menos estabilizar los valores actuales, tal como indica la OMS".

Según datos publicados en la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo realizada en el 2019, en Argentina, hay una prevalencia de obesidad del 25,3%, con un incremento del 74% respecto del 2005.

En tanto, especialistas de la Universidad Austral expresaron en un comunicado oficial que "la obesidad aumentó drásticamente durante los últimos 30 años y es, actualmente, una prioridad de salud pública mundial".

Por otra parte, la doctora María Laura Oliva- la cual es especialista en Nutrición Clínica y profesora de la licenciatura en Nutrición de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Austral- manifestó a Télam:"La obesidad es una enfermedad como la hipertensión o diabetes, y la comunidad científica está trabajando mucho en ponerle la entidad que tiene, porque hay mucha estigmatización y se cree que este trastorno es una cuestión de voluntad". 

Oliva agregó que tales argumentos resultan "una visión muy reduccionista de la obesidad", porque hay "multifactores que hacen que una persona desarrolle la enfermedad", tales como los componentes biológicos, genéticos y comportamientos y sociales y ambientales.

En cuanto a la relación entre el Covid y la obesidad, la especialista remarcó que "no todas las personas tienen obesidad metabólica", la cual es un tipo de sobrepeso es el tipo visceral: "Un exceso de grasa que genera un montón de sustancias, hormonas y citoquinas que originan inflamación de bajo grado".Oliva detalló que este tipo de trastorno "es el punto de partida de la hipertensión, enfermedades cardiovasculares, diabetes, pre-diabetes".

"Quienes tienen este tipo de sobrepeso tienen un sistema inmunológico deficiente y desencadenan respuestas exageradas contra el SARS Cov2 y hacen una respuesta exagerada que se da en los pacientes con Covid graves", puntualizó.
En tanto,  la directora del Centro de Endocrinología y Nutrición CRENYFVirginia Busnelli, invitó a "tener una mirada compasiva y activa para dar respuesta a esta realidad preocupante y creciente".

"En el mundo mueren muchas más personas por obesidad y sobrepeso que por desnutrición y déficit ponderal", advirtió Busnelli a Télam.Asimismo, se estima pueden atribuirse al exceso de peso gran parte de la carga de enfermedad como el caso de la diabetes (44%) y las cardiopatías isquémicas (23%), y entre el 7% y el 41% de la carga de ciertos tipos de cánceres

"La obesidad es una enfermedad y alcanzó proporciones epidémicas a nivel mundial", subrayó Busnelli, quien consideró como muy importante tomar conciencia de esta "enfermedad que esconde una realidad compleja y desconocida acerca de lo que significa vivir bajo las limitaciones de esta patología".

Por otro lado, dijo Busnelli, en el otro extremo existen tendencias que promueven lo contrario, que "las mujeres tienen que aceptarse como son, y que una mujer obesa puede ser una mujer sana".

En esta dirección, la titular del Centro de Endocrinología y Nutrición concluyó que "el reto está en frenar y tratar esta enfermedad con la preparación de profesionales aptos, la búsqueda de creación de hábitos saludables que vayan más allá de una dieta restrictiva, del fomento de la actividad física, del manejo emocional y lograr considerar a la obesidad como enfermedad, siempre, en todos los países y para todas las personas afectadas".

El problema de las bebidas azucaradas

Según una investigación del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS), las gaseosas, jugos, aguas saborizadas y otras bebidas azucaradas son responsables del 10% de los casos de sobrepeso y del 27% de los casos de obesidad en niños y adolescentes de 0 a 17 años.

La entidad remarcó la necesidad de implementar mecanismos que disuadan del consumo de estas bebidas, como el etiquetado nutricional frontal que cuenta con media sanción del Senado.

Según la investigación que difundió hoy esta institución independiente afiliada a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA), por el consumo de estas bebidas anualmente en Argentina 774 mil niñas, niños y adolescentes sufren obesidad o sobrepeso.

El estudio también determina a las bebidas azucaradas como una de las causas asociadas a 517.000 casos de sobrepeso y obesidad en hombres y mujeres mayores de 18 años, así como con el 23% de los casos de diabetes diagnosticados en adultos.

El sobrepeso y la obesidad también incrementan el riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca, problemas osteomusculares, accidentes cerebrovasculares, asma, cáncer y otras enfermedades.

La cardióloga Andrea Alcaraz afirmó que los datos permiten pensar que existe un "lado oculto" en el consumo de estas bebidas, pues se desconoce información muy importante sobre las consecuencias que tiene ingerirlas.

Alcaraz explicó que las cifras del estudio del IECS merecen especial atención porque, de acuerdo con la última Encuesta Nacional de Nutrición y Salud (2019), Argentina tiene una prevalencia de obesidad infantil del 33%, una de las mayores en América Latina."Entre los 5 y 17 años, el 20,7 % tiene sobrepeso y el 20,4 tiene obesidad", puntualizó la investigadora.

Agregó que en esas bebidas "hay mucha información que está 'oculta', que la población desconoce. Por ejemplo, pocos saben que una gaseosa regular (no light) de 600ml, tiene unas 13 cucharaditas de azúcar".

"Las gaseosas, al igual que las aguas saborizadas y jugos en cajita (muchos de los cuales vienen en envases con dibujos de frutas para parecer saludables/naturales), contienen gran cantidad de azúcar, y el azúcar es una fuente importante de calorías que no aporta ningún otro nutriente", precisó.

Alcaraz manifestó que "las bebidas azucaradas provocan un aumento importante de las caries que perjudica la integridad de las piezas dentarias. El problema resulta más notorio en niños y niñas con menor acceso al sistema de salud y puede derivar en problemas sociales como el bullying".

Por su parte, el médico Andrés Pichon-Riviere, director ejecutivo del IECS, aseguró que "limitar el consumo en chicos y chicas es especialmente importante porque las preferencias alimentarias se aprenden en la infancia y persisten en la vida adulta".

"Este estudio constituye un llamado de atención para quienes toman decisiones sanitarias y refuerza la necesidad de implementar mecanismos que disuadan del consumo de estas bebidas, incluyendo una mayor carga impositiva, el etiquetado nutricional frontal, la modificación del entorno escolar y la prohibición de la publicidad", concluyó Pichon-Riviere.