Mindfulness: para, respira y observa
Conciencia plena, así se conoce también a esta práctica de meditación que radica en mantenerse con atención intencional en aquello que realizamos de manera cotidiana, desplazando los juicios, sin apego ni rechazo a las experiencias vividas.
No podríamos desarrollar nuestra vida diaria, sin la capacidad de estar en el momento presente, sin embargo; y aunque creemos tener el control consciente de nuestra actividad mental, sucede que estamos constantemente atendiendo a pensamientos a cerca del pasado o futuro, o bien reconociendo una pequeña porción de lo aquello que ocurre en el aquí y ahora. Como, por ejemplo, si aquello que estoy experimentando me agrada o desagrada, si estoy saboreando todos los condimentos e ingredientes de una comida o, asimismo, si estoy observando todo lo que me rodea o solo un recorte del panorama.
En los últimos treinta años, en Occidente, esta práctica se está estudiando e integrando a la medicina y psicología, ya que se la reconoce como forma de reducir el estrés, favoreciendo la autoconciencia y disminuyendo los síntomas físicos causados por enfermedades o patologías mentales.
La clave se encuentra, entonces, en prestar atención al presente de manera consciente a la experiencia vivida, con interés, curiosidad y aceptación.