La minería que contamina
La minería que contamina

La minería que contamina

Bruno I. Scollo

La mina Veladero de Barrick Gold ha vertido, en forma directa, millones de litros de agua contaminada con mercurio y cianuro en los ríos que abastecen de agua potable a comunidades del norte de Argentina. Desde el primer derrame catastrófico que ocurrió en 2015, habitantes de San José de Jáchal han tenido que beber agua embotellada. Esto se debe a que viven en un estado de temor permanente: de que sus hijos e hijas  terminen envenenados/as, de que sus medios de vida se vean amenazados y de que el río Jáchal no se recupere nunca de la contaminación.


Sin embargo, el grupo comunitario local "Asamblea Jáchal No se Toca" ha salido al contraataque: trabajan sin descanso para convencer al gobierno de que haga respetar la ley y decida cerrar la mina Veladero. El 2023 es año electoral en Argentina y, con ello, aumentan como nunca las probabilidades de que les gobernantes escuchen las demandas de dicha agrupación. 
Se considera que el derrame ocurrido en la mina Veladero durante 2015 es el peor desastre ambiental minero de la historia argentina. Aun así, Barrick jamás alertó al público acerca de lo ocurrido.

El único aviso que recibió la comunidad de Jáchal y demás comunidades aledañas, de que su agua estaba contaminada con mercurio y cianuro, provino de un mensaje de WhatsApp, enviado por una persona que trabajaba en la mina Veladero advirtiendo sobre el alarmante derrame. Por su parte, Barrick tardó seis días en admitir públicamente el derrame.

Luego, el gobierno le impuso una multa de 10 millones de dólares a Barrick Gold y ordenó el cierre temporal de la mina. Sin embargo, la comunidad y universidades locales han identificado 4 derrames más que tampoco fueron debidamente informados por la empresa. Queda más que claro que, mientras la mina Veladero siga operativa, las comunidades aledañas estarán siempre bajo amenaza.
El Código de Minería argentino establece que toda empresa que haya cometido tres infracciones medioambientales debe cesar sus operaciones. Además, la mina Veladero está situada en una zona periglaciar, lo que constituye una infracción a la Ley de Glaciares argentina.

Pero es tal el poder que tiene Barrick Gold que funcionarios del gobierno nacional y provincial se han hecho la vista gorda para que la mina siga funcionando como siempre. Y, como si esto fuera poco, están evaluando la posibilidad de permitirle a Barrick que amplíe su mina y que la explote durante 10 años más.

(Fuente: DEFENSORES DEL MEDIOAMBIENTE-LACEY y el EQUIPO EKö).