La introducción de tabaco americano en España y la Santa Inquisición
Por Rubén Omar Scollo
El Santo Oficio y el tabaco
Cuando se escribe, se estudian nuevamente las rutas del navegante genovés; cuando se realiza cada revisión de lo sucedido con la llegada de los primeros conquistadores europeos (¿primeros en realidad?), a tierras americanas, siempre se hace alusión a lo esquilmado. A los galeones y naves españolas, portuguesas, inglesas o francesas repletas de oro y de elementos de valor que transportaban al Viejo Mundo o Europa.
Pero poco se sabe acerca de otras situaciones que le aportaron descubrimientos relacionados con alimentos o cultivos de los aborígenes, del Nuevo Mundo. Por ejemplo: el tabaco.
Y el primer introductor del tabaco en Europa fue Rodrigo de Jerez, miembro de la primera expedición de Colón quien retornó a España en La Niña y que pescando el vicio de los indígenas, llevó hojas de tabaco, comenzó a cultivarlo en su huerta y se puso a fumarlo en público, lo que provoco la alerta en la Inquisición que al verlo arrojar humo por la nariz y la boca, se pusieron de la peor forma. Ese hecho se consideró como una acción o “la acción” puramente satánica, mandando a prisión al andaluz durante un lustro. Cabe recordar que en esa etapa la Iglesia tenía el poder de hacer y deshacer lo que quisiera, y dar escarmientos a quienes rompían el molde de lo preestablecido.