La Comida de los Bomberos de Deheza
Por Gerardo Bessone. Especial para CodigoCBA desde General Cabrera.
En esta sociedad donde todos los días estamos abarrotados de las Noticias del Corona Virus que genera peleas hasta entre los vecinos de la misma Ciudad , de las discusiones políticas entre los Argentinos cada vez más inútiles y poco productivas; necesitamos aquellas noticias que nos den una esperanza para saber que como sociedad no todo está perdido.
En la jornada de este domingo una camioneta con equipos de lucha contra el fuego y tres Bomberos del cuerpo de la Ciudad de General Deheza viajaron para colaborar en un foco de grandes dimensiones en la localidad de Villa Albertina. Desde el sábado pasado, la provincia registró un nuevo incendio, esta vez en la localidad de Villa Albertina, del departamento de Deán Funes, al norte de Córdoba. Una dotación de 60 bomberos voluntarios combatieron el fuego, con el apoyo de un avión hidrante.
De regreso de esa participación los Bomberos de General Deheza Lucio Malatini, Guille Lopez y Marcos Marosero vivieron una agradable situación que decidieron compartir en las redes sociales.
Como lo hacen siempre después de una ardua tarea de lucha contra el fuego detienen su marcha en el camino para alimentarse y para descansar; pasaban por la Ciudad de Colonia Caroya, con la ropa de trabajo en los incendios bastante sucia después de la tarea, a pesar de ello al ingresar en un coqueto restaurante fueron muy bien recibidos por todo el personal del lugar.
Pero lo mejor de la noche se dio cuando pidieron la cuenta, se acercó el mozo del lugar y les informó que las personas que estaban comiendo en la mesa de al lado habían pagado también su cuenta y como ya se habían ido los Bomberos contaron la historia en las redes sociales para que el agradecimiento llegue a oídos de los protagonistas.
Sólo se sabe los nombres de quienes pagaron la cuenta Alejandro y Juan Pablo. Y la excelente atención de quienes prepararon la cena; Daniel, Mariela y Luis en “La Tiburcio Grillo Resto”.
Seguramente Ale y Juan Pablo ya se enteraron de que su pequeño gran gesto se viralizó; pero lo que nunca se imaginaron que nos estaban dando a los cordobeses la posibilidad de contar una historia de buena onda en medio de tanta pelea innecesaria en la sociedad y en medio de una pandemia mundial que nos paraliza a todos.