Un enfoque integral para mitigar los ruidos en Villa Allende

Un enfoque integral para mitigar los ruidos en Villa Allende

Villa Allende viene realizando distintas tareas para controlar el ruido en la ciudad, centrándose en los caños de escape libres de las motos. Esta iniciativa cuenta con el respaldo de la Ordenanza 49/22 y regula los niveles de decibeles permitidos en vehículos. Según Felipe Crespo, secretario de gobierno de Villa Allende, el trabajo específico sobre los caños de escape libres comenzó hace unos meses en respuesta a las numerosas quejas de los vecinos sobre el ruido excesivo.

 

"Los jóvenes tienden a modificar los caños de escape de sus motos, generando explosiones y ruidos molestos, especialmente durante la tarde y la noche", explicó Crespo. Los niveles de ruido permitidos varían entre 70 y 90 decibeles, dependiendo del tipo de vehículo. Para asegurarse de que estos niveles se cumplan, el municipio ha organizado controles en la vía pública en colaboración con la Policía, Seguridad Ciudadana y, en ocasiones, Gendarmería. El funcionario detalló que utilizan un decibelímetro para medir el ruido en condiciones específicas y determinar si un vehículo está infringiendo la normativa.

En caso de infracción, la moto es retenida y llevada al playón de Seguridad Ciudadana. Allí, el juez de faltas fija la multa y se retira el caño de escape modificado antes de devolver la moto, explicó Crespo. Este procedimiento ha llevado a la acumulación de una cantidad considerable de caños de escape modificados, los cuales fueron destruidos públicamente para visibilizar el problema y responder a las demandas de los vecinos.

Conservar la tranquilidad en medio del crecimiento urbano

El control del ruido en Villa Allende no se limita solo a las motos. Crespo explicó que la ciudad ha adoptado un enfoque integral que abarca desde la regulación de eventos hasta la supervisión de establecimientos comerciales y residenciales. "Tenemos una cantidad de solicitudes para la habilitación de comercios y eventos, y cuando se aprueban, se verifican todos los seguros y permisos necesarios, además de realizar controles de sonido aleatorios," comentó.

La municipalidad trabaja a través de la línea 103 para que los vecinos puedan reportar ruidos molestos. "Cuando un vecino reclama, se realiza una verificación con un decibelímetro desde la ventana del reclamante. Si se constata una infracción, se aplica una multa,"  comentó Crespo. 

El crecimiento de Villa Allende ha traído consigo desafíos en términos de ruido ambiental, tráfico y densidad urbana. Crespo destacó que la ciudad está trabajando en el ordenamiento urbano para mitigar estos problemas. Por esa razón, están fortaleciendo los controles, procurando evitar que la ciudad crezca de manera incontrolada, afirmó. "Es un trabajo integral y a largo plazo, que busca mantener la paz y tranquilidad que siempre ha caracterizado a Villa Allende", expresó el Secretario de Gobierno.