Historias del fútbol argentino y cordobés
Un mudo y un sordo como particularidades en el fútbol argentino
Los dos surgieron en equipos de La Plata, tanto Cassé, un arquero seguro, como De Marta, un mediocampista con clase y a la vez combativo. El último vestiría la casaca pirata durante una temporada. Y Héctor Cassé quedó como leyenda, fue ese arquero sordo que fue ídolo en Temperley y llegó a la Selección citado por Carlos Salvador Bilardo.
Perdió el 80% de la audición a los nueve meses. Aun así desarrolló una carrera notable: fue clave en el ascenso del Celeste a Primera División, en 1982 y lo citó Carlos Bilardo. El día que una hinchada rival lo insultó con señas.
Le decían el Mudo pero en realidad era sólo sordo. No lo escuchaba pero lo sabía. Héctor Cassé fue uno de los grandes personajes en el mundo del fútbol en los años 80.
Nació el 21 de junio de 1957 en Salliqueló, ciudad cabecera del partido homónimo ubicado en el oeste de la provincia de Buenos Aires, más cerca de Santa Rosa (La Pampa) que de la Capital Federal. Una otitis mal curada a principios de 1958, cuando tenía apenas nueve meses, le dejó el sello indeleble con el que iba a transitar el resto de su vida: sufrió la disminución del 80 por ciento de su capacidad auditiva.
De aquel arquero sordo a un mudo (o también sordo) que fue PIRATA fallecido hace algún tiempo
“En las horas previas a un clásico platense un ex jugador pincha falleció a los 65 años en abril del 2016: Carlos Alberto De Marta, un volante de la Primera División de Estudiantes que era sordomudo”, rezaban las crónicas deportivas de hace casi diez años. Y el recuerdo de ese futbolista de buen pie voló de La Plata hacia Córdoba vistiendo la camiseta del celeste de Alberdi.
Y antes de esa llegada hubo una historia especial y tragicómica. Fue un día que el árbitro Washington Mateo cobró penal para el Globo (en un encuentro entre el Pincha y Huracán), aunque después se retractó a instancias de uno de sus asistentes y sancionó tiro libre en la puerta del área. En el medio se generó un tumulto con los jugadores albirrojos, que fueron a protestarle al juez la mala decisión. Fue allí, entonces, cuando Mateo se dirigió a De Marta y le mostró la tarjeta roja”.
“Una vez que terminó el partido el árbitro mandó el informe a la Asociación del Fútbol Argentino y, en el mismo, había detallado que el jugador Carlos Alberto De Marta había sido expulsado por insultarlo y, por ende, le cabía una grave sanción. Cuando el mediocampista pincharrata acudió a la casa madre del fútbol argentino para “hablar” de su tarjeta roja, las autoridades del Tribunal de Disciplina se dieron cuenta que era imposible que haya insultado al juez”, rememoró el sitio web.
Frente a aquel papelón, la AFA resolvió solo darle una fecha de suspensión a De Marta, pero convalidó una de las expulsiones más insólitas en toda la historia del fútbol argentino.

El Belgrano de 1978
“De Marta era un volante que llegó a la Primera División de Estudiantes a pesar de su discapacidad, algo que nunca le impidió desarrollarse en el fútbol y en la vida. Además del Pincha jugó en Temperley , Huracán y estuvo en Belgrano de Córdoba.Luego de jugar en el otro celeste del ascenso, pasó a Belgrano dejando un buen recuerdo para posteriormente ir al Globo y disputar 49 encuentros en esa institutución de Buenos Aires.
CUANDO en 1978 fue PIRATA
“El Sordo” o el Mudo, es recordado con mucho cariño por quienes compartieron con él su paso por la Docta, aunque también había jugado en Los Andes para terminar en Cipolletti, Argentino de Quilmes y Defensores de Cambaceres.
Diego también quiso ser un buen CELESTE
La identificación de Diego Armando Maradona fue con Boca Juniors, a pesar de haber surgido en Argentinos Jrs. No obstante Diego jugó y fue emblema en el Napoli italiano, logrando un “surgimiento del sur del país mediterráneo” por sobre el norte y por sobre los poderosos Milan, Inter y Juventus; es decir milaneses y deportistas de Turín. Su regreso fue nuevamente para volver a vestir la casaca del club de “sus amores” y luego jugar para Newell´s Old Boys de Rosario (¡vaya paradoja, equipo del que es hincha Messi!).
Y como DT se lo recuerda en nuestra selección y en Gimnasia y Esgrima La Plata. Pero en un momento de su vida, el “10” jugó en Belgrano y llegó a querer al Pirata de Alberdi. “Deseaba estar en ese encuentro”, había declarado una vez finalizado ese compromiso.
Ya pasaron más de cuatro décadas de esa noche híper inolvidable para toda Córdoba, porque el Mejor de Todos los tiempos para muchos o simplemente “Diego”, venía de ser campeón del mundo en México 86.
Y el antiguo “Chateau”, hoy Mario Alberto Kempes, aquel 10 de julio de 1986, se enfrentaron Belgrano y Vélez en un partido amistoso que contó con un particular invitado especial: Diego Armando Maradona.
El “Diez” llegaba como el mejor de todos en el Mundial México 1986, donde su condición de mito comenzó a tomar forma definitiva. Enfrente, en ese encuentro de lujo estuvo el extinto gladiador de la defensa, otro campeón del mundo: el cordobés José Luis Cucciufo, que jugaba en el “Fortín”.

Cucciuffo de Belgrano y Boca a la selección campeona del mundo
El partido, jugado ante una multitud, fue a beneficio del Patronato de la Infancia. El mismo finalizó 1-1 y Maradona no pudo convertir un penal que el “Pirata” tuvo a favor. Aquella noche, los de Alberdi alistaron a: Ramos; Ghielmetti, Céliz, Reyna y Chiera; J.J. López, Villarreal y Maradona; Blasón, Scatolaro y Vázquez.
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