El pasado étnico de Córdoba que todo turista debería conocer
El pasado étnico de Córdoba que todo turista debería conocer

El pasado étnico de Córdoba que todo turista debería conocer

Es época de vacaciones y numerosos turistas de otras provincias deambulan, transitan por cada rincón de Córdoba. Desde Villa Carlos Paz, hasta los límites con San Luis en Traslasierra (llegando desde Dolores o Villa de las Rosas hasta Merlo); desde La Docta rica en edificaciones jesuíticas y repleta de historia hasta Cruz del Eje. Desde la llanura pujante cordobesa hasta los ríos y sierras, se respira a pasado aunado con un presente pujante; siendo Córdoba una de las mejores y más cuidadas provincias de nuestro país.

Para dejar relucir algo del pasado cordobés, es bueno hacer hincapié o aludir al pasado étnico. Y en ese pretérito plagado de legado, cabe hacer mención de la antigua cultura comechingona.

¿Quiénes eran en realidad?

Museo Inti Huasi en San Luis, foto de comechingones de Sierras puntanas

Los comechingones, vale afirmar que “son”, uno de los pueblos originarios de Argentina. Eran ellos los que habitaban las Sierras Pampeanas antes de que llegaran los españoles. Lo que hoy son las provincias de San Luis y Córdoba, antes estaban habitadas por dos pueblos indígenas: kâmîare al sur y hênîa al norte.

Paraje repleto de registro arqueo-antropológico

Sus características preponderantes( "La Organización sociopolítica de los comechingones")

La estructura social en la que se basaban los comechingones era la familia. Se formaban diversas aldeas en las que había cuarenta viviendas, aproximadamente, cada una para una familia que podía ser de hasta cinco matrimonios específicamente de afiliación patrilinial. Su líder era el que mayor edad tenía, siempre que este fuera hombre. A esta persona la llamaban cacique, un cargo que era heredado del padre, y era considerado como la máxima autoridad (aunque no de manera autoritaria).

El orden de cada comuna era responsabilidad de los caciques, o jefes de familia. Se bastaba de la completa experiencia para saber exactamente cuáles eran las necesidades de su pueblo para saber cómo resolver cualquier tipo de conflicto.

La lengua o el idioma hablado por la etnia

Como muchas otras etnias indígenas, los comechingones poseían (o poseen) una lengua propia dividida en dos grupos lingüísticos propiamente dichos: el kâmîare y el hênîa. Además de ello, cuentan con dialectos variados, haciéndolo característico cierta curva tonal a modo de cantito particular. A pesar de conocerse estas características del lenguaje, con el tiempo fueron desapareciendo, en gran parte por la llegada de los españoles al imponer su cultura, incluyendo el idioma, a los nativos.

En lo que respecta a la forma de alimentación o a los hábitos, cabe señalar que se alimentaban gracias a la agricultura a partir del cultivo de maíz, porotos, quinua y zapallos. Igualmente, cazaban liebres, guanacos y ciervos. Asimismo, recolectaban diversos frutos silvestres, tales como el chañar y la algarroba, que además empleaban para la realización de bebidas fermentadas.

Esta comunidad originaria de Argentina también realizó diversos objetos hoy día reconocidos como artísticos, aunque para ellos eran objetos utilitarios principalmente. Uno de los que más realizaban era la cerámica, con la que formaban diversas vasijas.

Asimismo, realizaban sus propias armas empleadas para la caza, como las puntas de las flechas, las hachas, cuchillos, puñales y limas de piedra pulida. El ropaje que usaban podía ser decorado con conchas, haciendo igualmente collares con huesos para uso personal.

Los comechingones y sus creencias

Creían principalmente en el Sol y la Luna como dioses, a los que adoraban. Para ellos, ambos fueron los responsables de la creación de todo lo que nos rodea. Cuando surgían guerras, sus peleas preferían realizarlas por la noche, para tener la protección de la Luna. Practicaban diversos rituales, como los baños a vapor que llevaban a cabo con la intención de purificarse. Más allá de ello, solían realizar ceremonias en cerros, grutas y manantiales por considerarlos lugares sagrados

Tradiciones y costumbres de los comechingones

Como parte de las creencias místicas que poseían, tenían tradiciones enfocadas a la magia, si se quiere, y a la hechicería. Los actos en relación a ello eran llevados a cabo por el chamán, a partir del empleo de un polvo que provenía del fruto de cebil, el cual era aspirado con la nariz, provocando alucinaciones.

Se realizaban, también, danzas rituales con la intención de celebrar un nacimiento o un matrimonio, al igual que cuando fallecía un niño, e incluso antes de una batalla, para traer buena suerte.

Otro de los rituales de gran importancia para los comechingones era en honor a la mujer cuando llegaba su primera menstruación, de esa manera daban paso a la adultez considerando que ya podría procrear y formar un hogar nuevo.

Arquitectura de los comechingones

Los comechingones vivían en hogares semisubterráneos. Se enterraban las paredes en el suelo, con un techo un tanto bajo; asimismo eran las entradas a ellas, pequeñas. Había una razón importante para ello, puesto que se protegían del frío y de las lluvias.

Vestimenta

Para realizar sus propias vestimentas, los comechingones empleaban la lana de la llama; esta era hilada en morteros de barro para una adecuada preparación. Realizaban largos delantales llamados uncu, también conocida como camiseta incaica, que era ceñida y con faja. El tejido de estas consistía en una malla apretada, también decorada (específicamente en las mangas, cuellos y aberturas en general). Usaban cubrenuca en invierno, la cual llegaba hasta sus hombros; también utilizaban mantas y chaquetas.

Los hombres solían llevar consigo un cuchillo de hierro adosado a la cintura, mientras que los caciques, chamanes y guerreros empleaban trajes y prendas completamente de cuero, identificándolos.

Esas descripciones, son las más precisas para determinar los atributos de tan noble pueblo que conformó la región cordobesa donde el pasado a cada momento, en cada instante fluye.

En el Museo de Antropología de la Docta, se ecuentra reflejada parte de la cultura cordobesa del pasado