La verdad sobre la quema de BRUJAS en el siglo XVII
La verdad sobre la quema de BRUJAS en el siglo XVII

La verdad sobre la quema de BRUJAS en el siglo XVII

Por Rubén Omar Scollo

 

Brujas… ¡Que las hay…las hay! Una vieja frase utilizada como chascarillo, para denominar a suegras y esposas con un alto grado de machismo detrás de cada rótulo. Pero si nos remitimos al origen de lo sucedido con las llamadas brujas en la historia, allí se vislumbrará un poco más ese panorama tan oscuro como siniestro, para algunas personas  de sexo femenino perseguidas por aparatos represores de otras épocas o de tiempos remotos.

“No fueron las brujas las que ardieron, fueron mujeres”, circula esa frase rotunda en el grupo de redes sociales “Antiguas civilizaciones e Historia”. Muy bonitas, extremadamente cultas e inteligentes; algunas atravesaban su pasaje de viudas, otras no cedían ante la lujuria de algún reverendo (¡Y que no se enoje la Iglesia…por Dios!) Otras trabajaban sus propias tierras. Mujeres que tenían una marca de nacimiento, las otras esencialmente hábiles y diestras para tareas variadas. Utilizaban la medicina herbal, cantaban y bailaban; escribían,  dominaban cualquier arte…Eran dotadas en capacidades distintas, pero eran mujeres, y vulnerables al fin.

Cualquier mujer con esas características corría el riesgo en el siglo XVII  de ser quemada entre las llamas de una hoguera. Incluso algunas eran arrojadas a las aguas, si flotaban eran culpables y si se hundían y ahogaban, eran inocentes. Las mujeres se arrojaban por los acantilados, fueron colocadas en agujeros profundos en el suelo. Cualquier tipo de tortura valía.

Conocer esa parte de la historia resulta útil para descubrir la acción de las ciencias mágicas y el papel que estas desempeñaban en esas sociedades retrógradas. Claro está que el tiempo fue pasando y en algunos sitios del mundo, todavía tienen limitaciones de acuerdo a sus religiones y hasta son lapidadas.

De acuerdo a lo expresado por la psicóloga clínica Patricia Ruiz (UAJFK) “Lo que ocurría con ese tipo de mujeres que iban delante de la mayoría de los hombres, es que generaban temor. Y ante ese temor y lo típicamente desconocido, lo mejor era eliminarlas para dar ciertos ejemplos a las sociedades de entonces”. Tan terrible es la historia de la humanidad, como ciertos rituales religiosos que se practicaban en detrimento de seres ciertamente encantadores y deslumbrantes, que finalizaban sus días de la peor forma… ¡Ojo con decirle bruja a cualquier mujer, porque a más de no serlo, es denigrar sus actitudes vanguardistas! Claro, todo en su lugar, tampoco en detrimento de hombres buenos y honestos del presente; el concepto de Justo Medio, es lo que aquí vale aplicar.

 

Crédito. Fuente; La Ilustración Ibérica”