El "negro" Álvarez, ese humorista que transportó Córdoba a toda nuestra geografía
El “negro” Álvarez, un humorista que llevó el humor cordobés por toda nuestra geografía
Por Rubén Omar Scollo
Los humoristas de la provincia de Córdoba son realmente distintivos y están consustanciados con las costumbres, los sabores, las disímiles geografías que adornan, que componen un territorio único e inimitable. Desde el acento que distingue a los gestores del humor cordobés, ese que refleja situaciones o circunstancias o tal vez hechos comunes, que se dan en lugares como Traslasierra, Cruz del Eje, o en la propia ciudad capital. Desde los puntos más distantes o cercanos ser humorista en Córdoba, adquiere el significado de “sentirse valorado en todo el territorio argentino”.
Y es común la particularidad de estar en medio de una reunión, o tal vez disfrutando de un asado; pero si entre los comensales se encuentra un nacido en la provincia, seguramente será quien propague una batería de chistes repletos de pura comicidad.
“La mayor virtud de los cordobeses, esa irrespetuosa afectividad; esas ganas de reírse de alguien y que se rían de él, apresuró este parto que se llama Hortensia”, expresó allá por 1971 (época de su creación), precisamente su gestor Alberto Pío Cognigni, un total innovador nacido en Bell Ville.
Hortensia fue la única revista de humor del interior que superó las fronteras de Buenos Aires, catapultando el popular humor cordobés ¿Quién no reconoce ahora, como propiamente cordobesas, las originales respuestas respuesta «no si vuá sé…»?…que “traducido al español” significaría “no si voy a ser”.
Entre las hipótesis del éxito arrollador e inusual para una revista oriunda del Interior, se estima en parte, que colaboró el vacío que dejó en el mercado porteño la pérdida de Tía Vicenta, la hasta entonces repetitiva Rico Tipo o una Patoruzú, que empezaba a tener otra competencia y otros lectores.
En Hortensia colaboraron formidables humorsitas de la talla de Crist, Roberto Fontanarrosa , Caloi, “El negro” Ortíz, Amengual ,Ian, Chamartín , Sábat ,Cheché y Bianfa, entre otros tantos.
Herederos de ese humor de barrio, bien popular y ocurrente, son los afamados Cacho Buenaventura, Chichilo Viale y el “Negro” Álvarez; ellos están entre los mayores exponentes de una camada de artistas que transportaron el gen mediterráneo, a otros sitios del país. El caso del último de los citados es por demás particular, ya que su imagen extrovertida, la paseó por diversos rincones nacionales.
Nacido en Villa Dolores en septiembre de 1945(actualmente tiene 75 años de edad), el popular Carlos Álvarez, conocido como “El negro”, es poseedor de un estilo que se caracteriza por los modismos, regionalismos y una visión diferenciadora que enriquece un humor repleto de sintonía cordobesa.
Entre sus variadas facetas, es a su vez, compositor de canciones humorísticas y cuentos con los que recrea sus sabrosos espectáculos en festivales y eventos de todo tipo. Como todo actor que se precie de cómico, ha descollado en noches teatrales de Mar del Plata, Córdoba y la tan buena plaza que es Buenos Aires. Reconocido en todo el interior de la Argentina, ha compartido escenario con otros grandes de la risa como Moria Casán, Nito Artaza, Rodolfo Ranni, Georgina Barbarrossa y su coterráneo Cacho Buenaventura, entre otros.
El “negro”, tuvo su paso por el cine en los films: “La herencia del tío Pepe”(1998) y “Todo sobre el asado” (2011). En teatro participó de obras tales como”, “Sobras de arte”, “Los mostros”, “El negro que es Álvarez”, “Los locos Grimaldi”, “Bendito tu eres” y “Bailando les doy sueño”, entre otras. Y la TV lo vio brindando todo su humor en el popular “Showmatch”, “Videomatch” y “Pasado de copas”.
Por último, el fiel representante del humor cordobés también tuvo su participación en el ámbito discográfico, tales los éxitos: “Canciones para niños”, “Mostro 88”, “Cuenteando” y “El humor cordobés”; este último, junto a Cacho Bustamante. Todo un símbolo de la provincia, alternando en las diferentes manifestaciones del arte escénico.
