El “Caso Bariloche”: crónica de uno de los avistamientos OVNI más impactantes de la historia argentina

El “Caso Bariloche”: crónica de uno de los avistamientos OVNI más impactantes de la historia argentina

Por Franco Droetta.

El 31 de julio de 1995, en un vuelo de Aerolíneas Argentinas con destino a San Carlos de Bariloche, comandado por Jorge Polanco, se vivió uno de los momentos más intensos de actividad OVNI de los cuales se tienen registro en nuestro país. Todo comenzó cuando, ese día, Polanco, en operación de aterrizaje, fue interceptado por un objeto que lo obligó a realizar una maniobra de escape de alto riesgo.

En un informe del sitio Infobae, Polanco explicó la situación que le tocó atravesar esa fría tarde de invierno: “Yo era el comandante del vuelo. Llegando a Bariloche nos avisan desde la Torre de Control que había habido un corte de luz. Estuvimos a punto de volver a Aeroparque. Al rato nos informan que se había retomado la energía con un generador auxiliar del aeropuerto, utilizado para estos casos”, contó Polanco.

Luego del aviso, el ex piloto de Aerolíneas inició lo que se llama la aproximación. “Cuando llegamos a la vertical de Bariloche comencé a ver una luz a lo lejos, como a unas 12 millas del aeropuerto. Desde la Torre de Control nos dicen que no tenían nada, solo un avión de Gendarmería, pero que está detrás nuestro. Era un avión militar –recuerda Polanco– con dos gendarmes que resultaron dos grandes amigos y luego fallecieron”, expresó.

Lo cierto es que, además de Polanco, esos dos gendarmes a bordo del avión, los Comandantes Juan Domingo Gaitán y Rubén Cipuzak, fueron también testigos protagónicos del episodio. Desde otra perspectiva y ubicación, el Jefe del Aeropuerto de Bariloche, el Suboficial Daniel García, también relató la misma experiencia que despierta dudas hasta el día de hoy.

Según recordó Polanco, ellos pudieron observar el momento en que el ovni se puso prácticamente a su lado y comenzó a acompañar el descenso del Boeing 727 hacia el aeropuerto internacional Luis Candelaria. “Cuando estábamos por tocar la pista se volvió a cortar toda la luz: el operador del sistema me explicó luego que el generador se aceleró a fondo solo, comenzó a sacar humo y se paró; el aeropuerto se quedó a ciegas. En ese momento tomé conciencia de que algo no estaba bien e iniciamos la maniobra de escape”, señaló. 

Actualmente, Jorge Polanco adminsitra su propia empresa de vuelos privados en Europa.


A partir de ese instante, el piloto comercial recuerda el hecho que más lo impactó: “Hago la maniobra de escape y cuando alcanzo los 10 mil pies, comienzo a virar por derecha, hacia el lago. En ese momento veo nuevamente la luz. Nivelé la altitud para no llevarme por delante el avión de Gendarmería, que estaba 300 metros más arriba. Cuando vuelvo la mirada, le pasé cerca, casi rozando el plato volador, y volví para la vertical del aeropuerto”, manifestó con asombro.

Medía unos 30 metros de diámetro. Era un plato sopero, de esos profundos para comer guiso de lentejas, pero invertido. Tenía luces verdes que giraban a gran velocidad y en la parte de arriba una luz naranja que parecía que respiraba; eso me marcó toda la vida”, expresó Polanco.

Además, recordó que no sólo él pudo ver ese impactante suceso, sino que desde la cabina de control del aeropuerto siguieron con la mirada la ruta del avión y la extraña luz que lo seguía: “La tripulación del avión de Gendarmería me informó después, de forma personal, que el objeto me siguió por debajo y que cuando comencé el alejamiento para volver a aterrizar, el ovni desapareció hacia el Cerro Otto”.

 

Explicación oficial y desclasificación de los archivos

El expediente que recopiló toda la información sobre el caso quedó archivado como información confidencial por la Fuerza Aérea Argentina, dependiente del Ministerio de Defensa. Sin embargo, en 2018 el Gobierno publicó un informe final sobre este caso.

Según el escrito elaborado por la Fuerza Aérea, todo se debió a una gran confusión generada a partir de que una persona, identificada como Juan Carlos Rivero, decidió probar “un potente proyector hacia la base de las nubes”, justo en el momento en el que las dos aeronaves se aproximaban al aeropuerto de Bariloche, “en horas nocturnas y con la ciudad completamente a oscuras debido a un corte general de energía eléctrica”, expresa textualmente el documento.

Como era de esperar, debido a las fuertes declaraciones de los protagonistas del supuesto avistamiento, la respuesta oficial no dejó conforme a los interesados en este tipo de hechos sobrenaturales.

Es por ello, que desde la Comisión de Estudios del Fenómeno OVNI de la República Argentina (CEFORA) solicitaron al Estado Argentino la liberación del expediente 5374181 del 9 de agosto de 1995 que reúne toda la información disponible sobre los eventos sucedidos aquel día.

Por ejemplo, tiene el registro de las conversaciones en tiempo real entre el piloto y la cabina de mando del Aeropuerto de Bariloche, así como también toda la información del contexto entre las 19:00 y 22:00 de aquel día.

Bajo el argumento de la Ley 27.275, que faculta al ciudadano a pedir información de su interés a cualquier organismo del Estado, CEFORA obtuvo la documentación completa de aquella investigación, que ya se encuentra disponible bajo el expediente 2020-60053899-APN-DNAIP#AAIP, con fecha del 9 de septiembre de 2020 para cualquier ciudadano que quiera consultarlo.

La documentación disponible publicada y trabajada por CEFORA revela algunos datos que resultan inexplicables, como por ejemplo, que en medio del avistamiento por ambas partes -Polanco desde el avión y el personal de la base del aeropuerto en tierra- la cinta de grabación que registra todas las conversaciones en las operaciones aeronáuticas dejó de grabar por cuatro minutos sin razón alguna, hasta que retomó nuevamente la captación y el registro del suceso que estaba ocurriendo.

Desde el organismo de investigación de la fenomenología OVNI, el “Caso Bariloche” les interesa porque no es un avistamiento común manifestado por una sola persona en un momento determinado. “El evento fue registrado por la Torre de Control donde se encontraba el Jefe del Aeropuerto, el subificial Daniel García, generando comunicaciones entre controladores aéreos y pilotos, siendo observado además, por múltiples testigos y personal del servicio Meteorológico y de pista”, fundamentaron.

En la entrevista televisiva, Polanco expresó lo que sintió en ese momento más allá de su asombro: Estamos hablando de tecnología de civilizaciones que nos pueden llevar miles de años. No solamente interpretan lo que vos pensás y se adelantan a todo eso, cosa que demostraron con los actos. También demostraron que interfirieron con la tripulación que me miraban y no paraban de llorar. Los dos que me acompañaban quedaron bloqueados, por eso tuve que hacer maniobras prácticamente solo”.