Descubren dos objetos misteriosos cargados de materia orgánica

Descubren dos objetos misteriosos cargados de materia orgánica

Astrónomos descubren dos objetos misteriosos en el cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter cargados de materia orgánica, posiblemente incluidos los componentes básicos de la vida 

Un equipo internacional de investigadores ha descubierto pistas importantes para ayudarnos a comprender dónde y cómo se originó la vida en la Tierra, y además para saber si la vida existe más allá de nuestro planeta. Han identificado materia orgánica de carácter complejo en 203 Pompeja y 269 Justitia, dos rocas espaciales ubicadas en cercanías del cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter.

Los objetos transneptunianos presentan una órbita que se ubica parcial o totalmente más allá de la órbita del planeta Neptuno. Algunas subdivisiones específicas de ese espacio del cosmos son el cinturón de Kuiper y la nube de Oort, por ejemplo. El cinturón de Kuiper es un disco circunestelar similar al cinturón de asteroides, pero mucho más ancho y masivo.

Estos asteroides llamaron inmediatamente la atención de los astrónomos porque se mostraron de color rojo brillante en las observaciones, con una intensidad mucho mayor que cualquier otro objeto conocido en el cinturón de asteroides.

Hay que tener en cuenta que los objetos que carecen de material orgánico reflejan una luz azulada, mientras que aquellos con presencia de elementos orgánicos aparecen en rojo en las observaciones astronómicas. El rojo es en cierta forma el color de la vida, y ambas rocas espaciales mostraban esa tonalidad.

Los especialistas sostienen que la materia orgánica presente en 203 Pompeja y 269 Justitia indica que en algún momento deben haber contado con una gran cantidad de hielo en su superficie. Además, creen que se trataría de restos que quedaron de la formación de los planetas: la migración planetaria en el sistema solar temprano habría generado que estos asteroides cargados de materia orgánica se ubicaran en el sector que ocupan actualmente, a pesar de su origen transneptuniano.

El proceso se habría concretado hace aproximadamente 4 mil millones de años, cuando reinaba un violento caos a medida que las órbitas de Júpiter y otros planetas gigantes más lejanos empezaron a modificarse. Dicho caos gravitacional, originado a partir de esta intensa y súbita danza planetaria, arrojó a los asteroides hacia diferentes partes del cosmos.

Los análisis efectuados sugieren la presencia de materiales orgánicos complejos en la capa superficial de estos asteroides, con características similares a las observadas en ciertos objetos transneptunianos. Esto implica que podrían haberse formado en las cercanías de Neptuno y haber «viajado» a la región del cinturón de entre Marte y Júpiter debido a la fase de migración planetaria antes mencionada.

Aunque resta confirmar el origen real de las rocas espaciales, los científicos creen que se trata de un descubrimiento de gran importancia, con implicaciones en el esfuerzo por determinar los orígenes de la vida en el universo.