Box: un Pumita Martínez para rato

Box: un Pumita Martínez para rato

Luego del histórico triunfo del boxeo argentino, el Pumita Martínez como nuevo campeón mundial supermosca (unificado) tras vencer al japonés Ioka

El argentino se impuso por en las tarjetas (116-112; 117-111; 120-108) tras protagonizar una pelea que fue mutando con el correr de los rounds. Y su hazaña ya se equipara a lo hecho en el pasado por Pascual Pérez, Nicolino Locche y Horacio Accavallo. Esos tres grandes que habían batallado en los controvertidos, difíciles y localistas rings nipones. “Estoy muy emocionado. Para vos viejita linda, para mis hermanos y hermanas, para todos los Martínez. Los quiero un montón. Gracias a Japón, por la gente. Estoy muy agradecido con ustedes y espero volver a venir”.

El del domingo pasado a la madrugada fue uno de los combates de boxeo internacional más esperados del año. Fernando Martínez se coronó en Japón tras vencer al local Kazuto Ioka, quien poseía el cinturón de la Asociación Mundial de Boxeo (WBA). La victoria, por decisión unánime en las tarjetas (116-112; 117-111; 120-108) le permitió al Puma unificar los títulos, ya que él se presentaba como campeón de la Federación Internacional de Boxeo (IBF) de la categoría supermosca.

Ambos boxeadores dieron un espectáculo increíble a las más de 11 mil personas que acudieron al Ryogoku Kokugikan. A lo largo de los 12 asaltos, el combate fue mutando hasta terminar en una demostración de potencia de cada lado.

El Puma Fernando Martínez tiñó de celeste y blanco el recinto de Ryogoku Kokugikan (11.098 espectadores) durante su presentación a una de las peleas más importantes de su carrera. El argentino, que ingresó con el sonido de las trompetas que caracterizan a la hinchada Xeneize, subió al escenario junto a su equipo, entre los que se encontraba el Chino Maidana para enfrentar a Kazuto Ioka por la unificación de los títulos de la Federación Internacional de Boxeo (IBF) y la Asociación Mundial de Boxeo (WBA) de la categoría supermosca.

El boxeador del barrio de la Boca comenzó el primer round muy agresivo. A base de ganchos al cuerpo y al rostro logró hacerle daño al japones en los segundos iniciales. Cada golpe de Martínez resonó en el cuerpo de su rival, que prefirió recibir el impacto en vez de intentar esquivarlo para contraatacar.

Y en toda la pelea el argentino lo atacó, desmanteló la defensa del nipón y lo desbordó por todos lados. Hasta cuando retrocedía golpeaba. Dio una lección de guapeza, potencia y demolición ante un japonés que si bien, nunca estuvo al borde del nocaut, sintió y por demás el combate.

Fernando pudo contener los embistes del japonés y llegar al último round como claro dominador. Para el número 12 el argentino tenía la ventaja y sólo una caída podía poner en duda el resultado. Martínez, sin embargo, no se resguardó y salió a competir de igual a igual para quedarse con el cinturón de su rival y fue ahí donde volvió a ganar la posición. El japonés nunca encontró la forma de defender los ataques del Puma y contraatacar…”El público quería guerra y la tuvo”, aclaró Calabressi, luego de la pelea. Él y Chino Maidana estuvieron asistiéndolo.

Cuando venció en Filipinas y se consagraba como campeón del mundo por primera vez. Su primer hazaña