Gilgamesh, el inmortal: Un ser que buscaba la inmortalidad

Gilgamesh, el inmortal: Un ser que buscaba la inmortalidad

 

 

Por Rubén O. Scollo

La historia está conformada en circunstancias,por relatos que atrapan la atención de los lectores actuales.  Y en una región que actualmente es Irak; más precisamente entre los ríos Éufrates y Tigiris de la antigua Mesopotamia, existió un ser especial y único para la época.

La figura de Gilgamesh conserva su vigencia porque el anhelo que lo mueve es universal (escapar de la muerte), y por tanto es universal la lección que recibe: que la inmortalidad es un don exclusivo de los dioses y es locura aspirar a ella.

Según la "Tableta del diluvio", o la Tablilla XI (eran tablillas de arcilla con un tipo de escritura única: la cuneiforme),  aquella que cuenta sobre un rey que vio, experimentó y consideró todo, hasta lo oculto; que desveló lo velado, que supo sobre el Diluvio, viajó a los confines del mundo y regresó, exhausto pero entero.

Ha alcanzado la fama sobre todo como protagonista del “Poema de Gilgamesh“, considerado la obra literaria más antigua del mundo.​ En el poema se relatan sus hazañas, acompañado por su amigo Enkidu, y su búsqueda de la inmortalidad tras la muerte de este.

También conocido como Istubar, fue un soberano de la ciudad sumeria de Uruk (actual Warqa, en Irak) y un héroe de la mitología mesopotámica. Según la Lista Real Sumeria, Gilgamesh, hijo de la diosa Ninsun y de un sacerdote llamado Lillah, fue gobernante del distrito de Kulab y rey de Uruk. Hacia el año 2750 a. C.