La Gloria le ganó al Ciclón y se prende

A horas del clásico en el Mario Alberto Kempes que suscita la atención en la Docta, el otro representante,La Gloria, despachó a un confundido San Lorenzo que bajo la dirección técnica de PIPI Romagnoli no logra hacer pie en la Liga del Fútbol Argentino. Requena abrió el marcador a los 39 del PT y el 2 a 0 llegó a través de  Russo a los 40 del ST. La Gloria vuelve al triunfo después de tres fechas. Ilusión intacta para entrar a copas internacionales. El Ciclón, se encuentra en un proceso de desgaste y muy incómodo en la tabla.

Desconcierto en el equipo de Boedo

Esos  tres partidos contra equipos que pelean en los últimos lugares de la tabla fueron complicados para La Gloria. Habían sido dos derrotas y sólo un magro empate. No obstante los de Dabove lograron sobreponerse ante un Matador, que viene luchando un campeonato que le es hostil y que no puede regalar nada.

El 2 a 0 en Alta Córdoba, por los goles de Gonzalo Requena a los 39 del primer tiempo y de Ignacio Russo a los 40 del complemento, le da la posibilidad a Instituto, de ilusionarse otra vez con el ingreso a la Copa Sudamericana.

Fue más Instituto y lo justificó en el marcador cuando se iba la primera etapa. A la salida de un corner y de un rechazo parcial de la defensa de San Lorenzo, le quedó a Requena en su incursión para buscar de cabeza, y la puso el pie para el 1 a 0.

El propio Requena fue protagonista de otra acción que se festejó tanto como su gol, cuando despejó casi sobre la línea el disparo de Nahuel Bustos, ex Talleres, quien había recibido de Iker Muniain tras una salida de Manuel Roffo que se quedó corto.

Otros tiempos de San lorenzo, cuando al menos hacía buenos papeles en el campo de juego

En la segunda parte Instituto siguió siendo más, ante un rival inocuo, que casi no puso en riesgo la victoria de la Gloria. A los 10 minutos y de un lateral, un defensor de San Lorenzo, la peinó hacia su propio arco, Damián Puebla la buscó y definió, pero el palo salvó al “Chila” Gómez.Luego de un trámite a veces enredado, llegaría ese 2 a 0  que ponía las cosas en perfecto estado para el local y continuaba prolongando la agonía y la amargura de los “Gauchos de Boedo”.