Historias de ídolos del fútbol cordobés: "Un mono suelto en Talleres"
Historias de ídolos del fútbol cordobés: "Un mono suelto en Talleres"

Historias de ídolos del fútbol cordobés: "Un mono suelto en Talleres"

 

El mono debutó a los dieciséis

Racing de Avellaneda tuvo y tiene un récord, ya que había hecho debutar al arquero Guibaudo cuando sólo tenía 16 años. Eso ocurrió un 24 de marzo de 1968 y el protagonista fue, el citado Rubén Ángel Guibaudo (conocido por su apodo “el Mono”).

Nacido el 11 de julio de 1951, el golero de tez morena atajó  entre 1968 y 1975 en el club de Avellaneda para luego pasar al ascendido a Primera División Temperley. Pero la  historia de Guibaudo estuvo emparentada con el hecho de haber sido  uno de los mejores arqueros que pasó por Talleres de Córdoba y eso fue en 1977 hasta el 80. Y hay una linda historia en 1977 un año antes que Argentina se consagrara campeona mundial. Bocchini había concretado el gol que le daba el título al Rojo en ese año. El Diablo algo calvo había metido sus gambetas en  Barrio Jardín, empatando con 8 hombres y ganando el Nacional ´77. En ese encuentro el Mono se había atajado todo contra los de Avellaneda.

Volviendo a su paso por los de la Academia, en la segunda fecha había entrado al arco el cordobés Eduardo Montilla, que atajó sólo cuatro encuentros en la primera de la Academia entre el 68 y 71. Montilla estuvo en el arco en la segunda y tercera fecha, y en la cuarta con 16 años debutó el Mono Guibaudo. Empataron en Santa Fe, Colón y Racing, uno a uno. Marcó el Coco Basile para Racing e igualó Norberto Menéndez para el Sabalero, en el único tanto marcado por el Beto en ese año, en Colón. El debut de Guibaudo fue con Juan Carlos Díaz, Perfumo, Basile y el Panadero Díaz; Rulli, Chabay y Salomone; Chaldú, Cárdenas y Maschio. Colón era Miguelucci; Jaúregui, Lezcano, Tabares y Mareque; Colman, Ayres Moraes y Menéndez; Balbuena, Borgogno y O.Medina.

Durante su paso por Racing, el Mono Guibaudo atajó en 99 partidos y fue protagonista de grandes tardes y algunas anécdotas, como cuando lo echaron en Rosario por atajar dos penales adelantándose desconsideradamente.

Luego de su paso por el Gasolero de Turdera, es decir Temperley, en ese 77, llegó a Talleres. Apareció el 27 de noviembre, en la tercera fecha del Nacional (las dos primeras las atajó Quiroga), que terminaría en enero del 78, con aquel subcampeonato ante Independiente. Su debut en Talleres por torneos de AFA, fue en cancha de Huracán, caída dura ante River, tres a cero. Guibaudo; Arrieta, Galván, Oviedo y Ocaño; Reinaldi, Ludueña y Valencia; Bocanelli (Astudillo), Bravo y Cherini, era el cuadrazo de la T, que sin embargo, cayó sin atenuantes ante el Millo con tantos de Juan José López, Passarella de penal y Alonso.

Rubén Guibaudo siguió en Talleres hasta el 80 y al año siguiente jugó para Instituto, para volver en el 82 a la T, en donde fue protagonista de una polémica con el arquero de la Gloria, Carlos Munutti, quien acusó al Mono y a Morete (jugadores del albiazul) de intentar sobornarlo para el clásico del 25 de abril del 82, que terminó ganando Talleres, uno a cero con gol de Bianco. Decía tener pruebas contundentes y una misteriosa grabación. Hubo discusiones y pataleos. Los jugadores de la T trataron de loco al arquero Munutti. Pero el mundo del fútbol no levantó la perdiz y todo quedó en la nada.

Ese año, Guibaudo fue a Huracán en donde jugó apenas cinco cotejos. Terminó su carrea en el Bucaramanga de Colombia.

Pero el recuerdo recae en ese jugador alto, morocho que tenía muy buenas atajadas, era bueno debajo de los tres palos para atajar tiros desde los doce pasos y había pasado por dos grandes del fútbol mediterráneo.