Etnias de la Argentina

Etnias de la Argentina

Los mocovíes (en mocoví: moqoit) son un pueblo nativo en Argentina desprendido del conjunto de los guaicurúes. Su lengua forma parte de la familia lingüística mataco-guaicurú . Para tomar referencia se decía que el gran boxeador argentino Carlos Monzón era de la etnia mocoví. Y en ese notable campeón del mundo se describen parte de las cualidades de la fortaleza de esa gente nativa de nuestro suelo.

Este grupo étnico tiene obtiene el nombre que viene de la denominación peyorativa que los guaraníes daban a las etnias pámpidas asentadas en el Gran Chaco. A partir de ese momento, comenzaron a instalarse en reducciones administradas por los Jesuitas. Las más conocidas fueron la reducción de San Javier, a orillas del río con el mismo nombre, en la actual provincia de Santa Fe y la de San Pedro.

El Censo Nacional de Población de 2010 en Argentina reveló la existencia de 22 439 personas que se autoreconocieron como mocovíes en todo el país, de los cuales 13466 en la provincia de Santa Fe, 3873 en la del Chaco, 450 en la de Entre Ríos y 221 en la de Corrientes.

Era un pueblo nómade, que antes de la llegada de los españoles, se dedicaba a la caza, la recolección y la pesca. Se desplazaban en grupos pequeños de familias emparentadas, para conseguir los recursos necesarios para subsistir. En el momento del año en que maduraban los frutos, se reunían con otras congregaciones para intercambiar productos, arreglar matrimonios, realizar rituales y elegir y consolidar a sus líderes. Con el tiempo, desarrollaron técnicas agropecuarias rudimentarias.

Debido a su interacción con las misiones jesuíticas, incorporaron nuevas costumbres y nuevos elementos a su dieta, como durazno, trigo y carne de vaca. Durante el siglo XVII aprendieron a montar a caballo y organizaban correrías montadas y atacaban a otros pueblos para conseguir recursos.

Tanto Qom (tobas) y Moqoit (mocovíes) compartían lazos en la ahora región chaqueña del noreste argentino. En síntesis, algunos historiadores los definían como un pueblo “guerrero, muy guerrero que en ciertos momentos aprovecharon para atacar ciudades. No obstante los estudiosos en el tema aseguran que “sus ataques no eran producto de la belicosidad, sino de la subsistencia”.