El radicalismo en modo reconstrucción: Lemos, el joven intendente que suena fuerte para normalizar el partido en el depto Colón

El radicalismo en modo reconstrucción: Lemos, el joven intendente que suena fuerte para normalizar el partido en el depto Colón

En medio de tensiones internas, pases de factura y una estructura partidaria que viene pidiendo a gritos una renovación real, la Unión Cívica Radical empieza a mover algunas piezas. Y todo indica que una de las apuestas más fuertes se jugará en el departamento Colón, donde el joven intendente Ezequiel Lemos (Río Ceballos), podría ser el encargado de encabezar el proceso de normalización partidaria.

Con tan solo 37 años, Lemos se convirtió en intendente de una de las ciudades más importantes de las Sierras Chicas. Lo hizo en medio de una importante campaña comunicacional, con fuerte anclaje territorial y apelando al recambio generacional. No viene del aparato clásico, pero tampoco es ajeno a la estructura: construyó poder caminando los barrios, formó equipos con técnicos jóvenes, y le imprimió a su gestión un estilo sobrio, moderno y con impronta propia.

Dentro del radicalismo, su figura empieza a sonar cada vez más fuerte. Y no es casualidad. Mientras algunos sectores del partido siguen enfrascados en internas interminables, otros dirigentes –más preocupados por el futuro que por el pasado– entienden que la única salida posible es renovar el partido desde adentro, dándole espacio a quienes ya vienen gestionando y mostrando resultados.

En ese marco, el nombre de Lemos aparece como una carta con peso propio. No solo por su juventud, sino también por el respaldo que logró construir en tiempo récord: ganó la intendencia enfrentando a una estructura local fragmentada, logró reordenar el municipio en plena crisis económica, y, desde entonces, se ha convertido en uno de los intendentes radicales con mejor imagen de la provincia.

Según pudo saber este medio, las conversaciones ya están en marcha. El Comité Provincia busca oxigenar los territorios donde la UCR está acéfala o paralizada, y Colón –uno de los departamentos más importantes de Córdoba– necesita conducción política, visión estratégica y una mesa que vuelva a reunir a todos los sectores.

“La renovación no puede ser solo un slogan. Hay que animarse a hacerla de verdad, con dirigentes nuevos, con ideas frescas, pero con los pies en la tierra”, deslizó un importante operador radical, que sigue de cerca el armado departamental.

Si se confirma, el desembarco de Lemos en la normalización de Colón podría marcar el inicio de una nueva etapa para el partido en la región. Una etapa en la que la gestión, la cercanía con la gente y el liderazgo territorial empiecen a pesar más que las roscas eternas.

El radicalismo, herido pero todavía con estructuras vivas, parece haber entendido que el 2025 no se gana mirando por el espejo retrovisor. Y en ese mapa, figuras como la de Ezequiel Lemos empiezan a ganar espacio, tanto en el partido como en la conversación política de la provincia.