El "Flaco" Menotti viajó a la inmortalidad
La selección Argentina antes de conseguir su primera Copa del Mundo en 1978 era una de las mejores de América, aunque en el mundo no llegaba a brillar ya que se “poseía el mal (demostrado en algunos mundiales) de cierta falta de profesionalismo”. Se sabía que “el argentino era habilidoso, tenía garra y gambeta y muchas veces con eso bastaba". El apego al entrenamiento sostenido y metódico era prácticamente inexistente. Claro que se habían ganado trofeos Sudamericanos, se había llegado a una final del mundo perdida con Uruguay, se ganaron Copas Lipton y Roca, siendo junto a Uruguay y Brasil, los mejores exponentes de Sudamérica y Latinoamérica.
Pero lo hecho a partir del proceso de César Luis Menotti, ese lungo rosarino(medía 1,94 m) que como futbolista había jugado en Central, Racing Club, Boca Juniors y en el Santos de Brasil, le cambiaría la cara a un país futbolístico. Y el mundial del 78 con sedes en Vélez y Ríver, Mar del Plata, Mendoza, Rosario y Córdoba llegaba para dar el primer timbrazo de gloria.
El camino desde la primera ronda no fue nada fácil y obligó a la selección nacional a cambiar los planes tras perder con Italia. En la segunda ronda tuvo que “ir hacia Rosario”, donde se jugó el recordado Argentina 6 Perú 0. Habían quedado atrás ese 2 a 1 a favor con Hungría, el 2 a 1 contra los galos y ese encuentro perdido 1 a 0 con los itálicos.
En esa “segunda vuelta” se le había ganado a Polonia 2 a 0 con goles del cordobés Mario Alberto Kempes a los 16 y 71 minutos. Luego se empataría con Brasil sin abrir el marcador y llegó la goleada contra los incaicos con dos de “El Matador” de Bell Ville, Tarantini, Luque en dos ocasiones y René Houseman.
Kempes, la mejor carta ganadora del "flaco" Menotti
La final se jugaba en el Monumental con el estadio colmado y con Argentina ganándolo 3 a 1 en el alargue con otros dos goles del 9 cordobés (Kempes fue el goleador indiscutido del torneo). De esa forma la Albiceleste luego de un subcampeonato (final perdida 4 a 2 en el Centenario de Montevideo con los locales), se calzaría la “faja de campeón del mundo”. Y a último momento la joya que tenía que era Maradona no la había utilizado, pero Menotti había llevado a muchos jugadores del interior entre ellos algunos cordobeses como Ardiles, el mismo Mario Alberto Kempes, Américo Gallego y Miguel Ángel Oviedo.
Se llegaba al mundial juvenil del 79 con formidable actuación de Diego y Argentina se consagraría en el sub-20. En el mundial 1982 italiano a la Argentina de Menotti no le había ido bien…entonces el flaco se fue. Luego dirigió a Boca, River, entre otros equipos locales e internacionales hasta finalizar en México.
En la historia y en el presente la rivalidad entre Menotti-Bilardo con dos estilos diferentes, también fue quedando de lado. Porque técnicos de selecciones juveniles como Jose Pekerman, Tocalli y Ferraro, le fueron dando a nuestro seleccionado el valor de juego que pertenecía a la filosofía menottista con la estructura de juego del ex Estudiantes de La Plata. Ya todo era procesos de aprendizajes que desembocaron en puras victorias. Lionel Scaloni fue la frutilla de un postre extremadamente dulce.
Actualmente Menotti estaba a cargo de todos los seleccionados argentinos como coordinador
Y ayer, el “Flaco” quiso irse, quiso dejar la vida terrenal para seguramente mantener tertulias futboleras con Maradona, Luque, el gran Alfredo Di Stéfano, el Loco Houseman…desde ayer tal vez, los campos de fútbol de los cielos sean más celestes y blanco.
