El anacardo, el fruto seco que reduce el colesterol
El anacardo, el fruto seco que reduce el colesterol
El anacardo, el fruto seco que reduce el colesterol

El anacardo, el fruto seco que reduce el colesterol

Los frutos secos tienen gran incidencia en los últimos tiempos no sólo por los aportes nutricionales para su consumo alimenticio y cosmetológico sino por la versatilidad de éstos para emplearse en diversas recetas sean dulces o saladas. En esta ocasión, Código CBA te brindará toda la información acerca de los anacardos, un fruto muy particular.

¿Qué es el anacardo?

El anacardo se caracteriza por ser un árbol de aspecto desarrollado, de altura aproximada entre 5 y 7 metros, perenne y cuyo tronco se ramifica a muy baja altura. Es originario de Costa Rica, el noroeste de Brasil y sur de Venezuela, en el cual adquiere diferentes nombres; en nuestro país lo conocemos como castañas de cajú.

La vida de un árbol de anacardo es de unos 30 años aproximadamente y produce frutos desde el tercer año de vida. El fruto consta de dos partes: el pseudofruto y la nuez o semilla. El pseudofruto, denominado manzana de cajú, es el resultado del desarrollo del pedúnculo en una estructura carnosa característica de esta planta que se desarrolla y madura posteriormente a la nuez. Se utiliza mucho para la preparación de jaleas, mermeladas, vino, vinagre, etc. En la parte exterior de éste se encuentra la nuez, la cual tiene forma de riñón, es de color gris y es donde se aloja la semilla. Esta semilla tiene gran demanda a nivel mundial debido a sus propiedades nutricionales, lo cual tiene mucha utilidad en dietas, en repostería y en productos de cosmética.

Propiedades y beneficios para la salud

En primer lugar, este fruto contiene abundante cantidad de minerales, como el cobre y el magnesio. El cobre resulta fundamental en nuestra salud, ya que es esencial para el óptimo estado de los huesos, el cabello o la piel y para el correcto funcionamiento del sistema inmunitario. Además, la alta presencia de hierro lo convierte en el alimento perfecto, sobre todo para las personas que padecen anemia y para neutralizar esa predisposición a la falta de hierro de las embarazadas. El remate lo aporta el ácido fólico, otra pieza clave para el correcto desarrollo del embrión y el feto. A su vez, esta semilla es rica en vitaminas B1, B2, B6, B9, A, C, E y D. Sin embargo, no hay que desmerecer a las proteínas, los hidratos de carbono y la fibra dietética del anacardo.

Cabe destacar que el consumo de este fruto de forma regular -con un puñado diario es suficiente-, reducen los niveles de colesterol alto al tiempo que incrementan el bueno. Todo ello gracias a su contenido en ácidos grasos insaturados, entre los que destacan el linoleico y el oleico. Los fitoesteroles del anacardo permiten mejorar los síntomas de la menopausia, convirtiéndolo en el snack ideal para afrontar los altibajos de esta época en la vida de una mujer.

También contiene uno de los aminoácidos esenciales más importantes que es el triptófano, el cual es precursor de los neurotransmisores serotonina y melatonina, y de la vitamina B3 o niacina. Es decir, actúa como un bálsamo para el sistema nervioso y su inclusión en la dieta nos ayuda a descansar, además de mejorar nuestro estado de ánimo.

Algunas contraindicaciones

El consumo de este fruto está contraindicado en las siguientes situaciones:

  • Cuando tenemos problemas de estómago, ya que la digestión de este alimento puede ser complicada. Por lo que se recomienda masticarlos bien y consumirlos en pequeñas cantidades.
  • No se recomienda su consumo en niños menores de 3 años debido al riesgo de atragantamiento o desarrollo de alergias.
  • Puede producir determinadas alergias o intolerancias como a otros frutos secos.

Receta de crocantes de castañas de cajú

Ingredientes: 150 gr. de manteca, 1 cucharada de miel, 200 gr. de avena, 50 gr. de castañas de cajú, 2 huevos, 1 sobre de chocolate cobertura.

Preparación: Poner la manteca junto con la miel en una sartén y fundirlas sobre llama baja. Retirar y fuera del fuego incorporar la avena, las castañas de cajú groseramente cortadas y los huevos. Mezclar bien y volcar la preparación de a cucharadas en un molde de 20 por 20 cm previamente enmantecado y forrado con papel manteca. Llevar a horno moderado por 30 minutos, retirar, dejar reposar 5 minutos, cortar dentro del molde en cuadrados de 5 por 5 cm, y desmoldarlos una vez fríos. Para la cobertura, derretir el sobre de chocolate según las instrucciones, hacer un corte pequeñísimo en una de sus puntas y, usando el envase como una manga, hacer líneas finas sobre los crocantes.