Caen las solicitudes de Vouchers Educativos: ¿Hay síntoma de recuperación económica?

Caen las solicitudes de Vouchers Educativos: ¿Hay síntoma de recuperación económica?

El Ministerio de Capital Humano informó recientemente que, en la edición 2025 del Programa de Vouchers Educativos, se registraron 620.331 solicitudes, lo que representa una caída del 43% en comparación con el año anterior, cuando más de un millón de estudiantes (1.086.584) habían solicitado esta ayuda económica.

A simple vista, el descenso podría parecer preocupante, pero en realidad refleja un posible alivio en la presión económica que atraviesan muchas familias argentinas, gracias a los efectos de las políticas impulsadas por el Gobierno nacional.

Entre los factores destacados, el ministerio señaló la disminución sostenida de la pobreza y la indigencia, como también el impacto positivo de la asistencia directa en la canasta básica y la Asignación Universal por Hijo (AUH), todo ello acompañado de una política antiinflacionaria activa. Estas medidas —según fuentes oficiales— reducen la necesidad de programas complementarios como los vouchers escolares.

De acuerdo con los datos más recientes del INDEC, la pobreza en el país bajó del 41,7% en el segundo semestre de 2023 al 38,1% en marzo de 2025, mientras que la indigencia cayó del 11,9% al 8,2% en el mismo período. Esta evolución, considerada un logro por la administración de Javier Milei, fortalece el discurso oficial de que las familias argentinas están comenzando a recuperar parte de su autonomía económica.

El Programa de Vouchers Educativos está dirigido a familias con hijos de hasta 18 años que asisten a instituciones privadas con aporte estatal mayor al 75%. Su objetivo es contribuir al pago de los gastos escolares, particularmente en contextos de vulnerabilidad. A pesar de que aún un 30% de los niños pobres asisten a escuelas privadas, según el Observatorio de la Deuda Social de la UCA, la disminución en las solicitudes sugiere un cambio de escenario.

Las instituciones participantes deben certificar la regularidad académica de los estudiantes beneficiarios mediante una plataforma habilitada, como parte de los controles para garantizar el uso efectivo del beneficio.

En síntesis, la caída en la demanda de vouchers no es necesariamente una mala noticia. Desde Capital Humano afirman que esto podría marcar el inicio de un nuevo ciclo de recuperación económica y social, en el que menos familias requieren asistencia directa para cubrir necesidades básicas como la educación.