¿¿¿ Existe “La Pelada de la cañada”????
Como es habitual en la sección Mitos y leyendas de nuestro portal “CódigoCBA”, hurgamos en la memoria oscura de las historias que se cuentan de generación en generación en nuestra Provincia y sin lugar a dudas “La pelada de la cañada” es uno de los mitos urbanos más repetidos en la Ciudad Capital, tanto se repite que de boca en boca se le agregan detalles, datos e informaciones; aunque la mayoría de ellos tienen poca probabilidad de ser chequeados en un contexto histórico, lo que hace la leyenda un poco más interesante.
Se dice que por allá en 1930 o antes, la zona de la cañada era muy diferente a lo que es en la actualidad; y por supuesto mucho más oscura, cuando los Cordobeses transitaban en las oscuras noches por el sector salían aterrorizados ante la presencia de una mujer calva que emitía alaridos y que tenía un aspecto cadavérico. Sus manifestaciones eran durante la madrugada, horario de la jornada que compartían los trasnochados y madrugadores. Si bien su figura se ocultaba detrás de un vestido oscuro, exhibía su cabeza rapada cada vez que pasaba cerca de algún farol encendido.
Dicen que mostrarse y asustar a los transeúntes a veces no le alcanzaba, “la pelada” empezaba a correr detrás de los desprevenidos hombres que cruzaban por allí. Su forma de actuar variaba, a veces les mostraba la vagina a los hombres y les gritaba “Coman Chanchos”, en otras oportunidades lloraba y emitía fuertes alaridos de manera desgarradora que los gritos retumbaban por varias cuadras y a las mujeres que pasaban rumbo a Misa les robaba el Rosario o la Sagrada Biblia que llevaban entre sus manos.
Dicen que un turco o probablemente un sirio libanés que eran llamados “turcos” al antaño una noche circulaba por la cañada de a caballo y se le apareció el oscuro personaje, fue tal el susto que cuando llegó a la Comisaría hizo la denuncia sin bajarse del caballo ante el temor de que “La Pelada” lo estuviera siguiendo.
Para ubicar geográficamente la zona de las apariciones es el sector conocido como “las cinco esquinas” donde se besan las calles Belgrano y Montevideo a pocos metros del Patio Olmos y del Comité radical.
Una de las versiones dicen que era una mujer anciana, de baja estatura de ojos azules de unos 70 años; sería una vieja prostituta que había ejercido la profesión en Barrio Güemes en una zona de prostíbulos y casas de citas llamado “El abrojal”. Describen que “hablaba en lenguas” que eran imposibles de comprender algo así como una lengua dialéctica de alguna región de la Europa occidental de antaño.
Otros hablan de un espíritu maligno de una prostituta fallecida; que una noche buscando clientes en la zona de la cañada fue una noche fue violada por varios hombres que la atacaron hasta que la mujer murió y su cadáver fue arrojado a las aguas de la cañada. Y tal vez la mezcla de ambas versiones sean parte de la trágica vida de una misma persona.
A parecer desde el actual encausamiento de la Cañada “La Pelada” ya no asustaba a los hombres, se habló de algunas apariciones en 1983 pero por sólo unos días; hasta el pasado 2020 donde en medio de la pandemia con muy poca gente transitando en las noches por el sector la habrían vuelto a ver envuelta en tinieblas.
Si bien estas historias fueron contadas por años; no hay nadie que tenga pruebas de que parte o toda esta historia sea verdad…
Tal vez “La Pelada de la cañada” sea sólo parte del imaginario popular de la Ciudad del cuarteto y el choripán.. Pero usted se anima a caminar por allí en las oscuras noches de invierno.