A casi noventa años de la muerte de Gardel, se recuerda su paso por Córdoba
A casi noventa años de la muerte de Gardel, se recuerda su paso por Córdoba

A casi noventa años de la muerte de Gardel, se recuerda su paso por Córdoba

 

 

Por Rubén O. Scollo

A Carlos Gardel todavía se lo disputan entre Toulouse y Tacuarembó. Los uruguayos sostienen que había nacido en la otra orilla. De este lado, se fundamenta la historia que vino con su madre desde Francia y luego de un paso por el Uruguay, se establecieron en el Abasto porteño. A una corta edad se lo vio en circunstancias envuelto en peleas, duelos, hurtos y estafas de la época. Su pasado contaba con ciertos lineamientos oscuros, que no alcanzaron a opacar la calidad de ídolo popular. Y nuestra provincia, Córdoba, más precisamente en la Dolores pegada a San Esteban en la bonita Punilla, tuvo su privilegio con un producto que fue “llevado al cine”: “Flor de durazno”.

Ese largometraje mudo argentino rodado en Córdoba fue dirigido por Francisco Defilippis Novoa y protagonizado por Carlos Gardel, Ilde Pirovano y Argentino Gómez. El guión fue escrito sobre la novela homónima. Hasta allí se había llegado el cantante e intérprete (había participado en algunas películas) para recrear ese paisaje que quedaría en la memoria y en el recuerdo.Pero su historia luego de una exitosa gira, se vería truncada en la atractiva Colombia.

Antes de emprender el viaje que lo traería de vuelta desde Medellín hasta nuestro país, Carlos Gardel declaró en Radio La Voz de Bogotá: "Voy a ver a mi vieja pronto. No sé si volveré, porque el hombre propone y Dios dispone. Pero es tal el encanto de esta tierra que me recibió y me despide como si fuera hijo propio, que no puedo decirles adiós, sino hasta siempre". Hace 87 años ya de ese día fatídico, pero el cantante sigue vivo en muchos intérpretes y en gran parte del mundo ávido de tango argentino o rioplatense.

El zorzal criollo se encontraba en una avioneta que se accidentó el 24 de junio de 1935 cuando salía del Aeropuerto Olaya Herrera, en la ciudad colombiana de Medellín, donde había ido a dar un concierto en el marco de una gira por Latinoamérica. Antes de eso, Carlos Gardel había logrado llevar los dulces tonos de su voz a los escenarios de otras grandes ciudades como Nueva York o París.

Hasta el día de hoy, no sólo Buenos Aires recuerda a uno de sus hijos predilectos, a quien todavía se disputa, de a ratos, con Montevideo. Nuestro país todo, lo tiene  entre sus grandes figuras indiscutibles del tango y hasta del folklore, ya que de a ratos cantaba ese género. Con un legado de más de 500 canciones, se convirtió en uno de los artistas más prolíficos del género. Este año se cumplen además 120 años de su nacimiento.