Un tesoro a la vera del Arroyo de Punta del Agua
Como es habitual cuando contamos historias que tienen que ver con misterios y con experiencias que van más allá de lo normal en estos espacios tratamos de preservar la identidad de nuestros entrevistados para que se sientan más seguros a la hora de contar sus relatos. En esta oportunidad debido a la cuarentena que nos obliga a cambiar los hábitos, la entrevista la realizamos a través de un intercambio de mensajes de Watts App ; por lo que no puedo agregar a la historia gestos visuales como suelo hacerlo.
Punta del Agua es una localidad Cordobesa ubicada en la denominada Región del Maní; se accede por una ruta asfaltada desde la Ciudad de Hernando, Capital Nacional del Maní y por un polvoriento camino de tierra desde la localidad de Las Perdices. Punta del Agua data de fines de los años 1600 y es una de los poblados más antiguos de la Provincia de Córdoba.
Un trabajador rural de la zona de Punta del Agua nos narró una experiencia personal vivida aproximadamente en el año 1994 o 1995 mientras se desempeñaba en tareas rurales en la zona ubicada entre el sur de Punta del Agua y Campo Caprivi.
La experiencia que vamos a narrar fue en un lote ubicado cerca de la explotación rural propiedad de la familia Mazzuco de la Ciudad de General Cabrera; el lote tenía la particularidad de tener en su entorno una larga arboleda que custodiaba el ingreso a una antigua vivienda familiar y por otro de los sectores del lote un monte autóctono en la costa del arroyo Tegua.
Si tenemos en cuenta que el trabajador estaba realizando la labor de movimiento de suelo en un rastrojo de trigo previo a la siembra de soja; deberíamos ubicar este relato a fin del invierno o en la primavera.
Cuando cuenta lo sucedido entre las nueve y media y diez de la noche que nunca olvidará ; la voz en el relato de nuestro entrevistado se entrecorta, lo que denota que en esos momentos revisa detalles de una experiencia que nunca va a olvidar.
Se encontraba trabajando en un tractor que tiraba una rastra a discos, que por momentos se empachaba lo que lo obligaba a mirar hacia atrás y hacia adelante; para los que alguna vez hicieron esa tarea sabrán que de noche se torna más complicado mirar con las luces del tractor y el polvo que levanta la maquinaria.
Cuando mira hacia adelante observa una extraña luz rojiza con forma circular muy grande que se veía apenas por encima de los árboles del cauce del legendario Arroyo Tegua; en la descripción nuestro amigo habla de la similitud una bola de fuego parecida a la luna llena en noches de sequía que se torna rojiza por la escasa humedad del ambiente, o también similar a como se lo ve al sol cubierto de humo en la etapa de incendios en nuestra Provincia de Córdoba. Si bien la luz era intensa no alumbraba a la oscuridad de la noche, simplemente mostraba su propio brillo, su propio esplendor.
Cuando mira hacia atrás la herramienta y vuelve a mirar hacia adelante la luz ya no estaba, como si hubiera desaparecido en la oscuridad de la noche.
Con el correr de los años, y tras esta experiencia nuestro amigo empieza a investigar y a interiorizarse en los fenómenos paranormales; como si ese contacto de algunos segundos con la “luz mala” lo hubiesen marcado para siempre.
Después de algunos años, retorna a trabajar en campos de la zona de Punta del Agua y de Las Perdices, allí conoce a dos jóvenes productores agropecuarios en el mismo sector y dicen que las historias de personas que vieron a luz mala en la zona del arroyo de Punta del Agua se repiten. Pero es complicado lograr que quienes la vivieron se animen a contarlas para un medio de prensa o para quienes investigan este tipo de fenómenos por temor a las burlas de sus vecinos. Tal vez la sociedad aún no está preparada para debatir estos temas.
Un mito de los gauchos dice que la luz mala custodia un tesoro escondido y otro mito urbano dice que el Marqués de Sobremonte enterró el tesoro de la Ciudad de Buenos Aires en algún lugar de los antiguos caminos de postas; ¿¿¿no estaremos en presencia de la luz mala que nos marca el lugar de Tesoro????
Tal vez la luz mala sea sólo un mito… Tal vez no salga en la oscuridad de la noche… Pero usted se atreve a mirar por la ventana de una casa de campo cerca del arroyo en una noche oscura.