​​​​​​​SOCIEDAD… ¿Empática o Simpática?

​​​​​​​SOCIEDAD… ¿Empática o Simpática?

Por Adriana Cometto. Especial para CodigoCBA. Corresponsalía Río Cuarto.

Desde que comenzó la pandemia hemos escuchado, leído y mencionado la palabra empatía pero ¿sabemos qué significa?

¿La hemos puesto en práctica?, o solo hemos sido simpáticos en una sociedad emocionalmente lastimada.

La empatía es la capacidad que tiene la persona para comprender a los demás en sus sentimientos y emociones. Está referida a la escucha activa, la comprensión y el apoyo emocional.

Los componentes fundamentales para ser empático son: Saber escuchar, prestando atención a lo que explica o argumenta la otra persona, tener una actitud reflexiva sobre lo que nos están comunicando, mostrar interés preguntando detalles sobre la conversación. Mostrar comprensión no rechazando o juzgando las emociones de la persona que las expresa.

Es importante preguntar si necesita algún tipo de ayuda.

Cuando como individuos ponemos en práctica la empatía, nos permite experimentar diferentes beneficios como disfrutar de relaciones sociales, participando más con el grupo de amigos, compañeros o familiares. Predispone a ayudar a los demás y compartir.

Simpatía vs empatía

Abordando ambos conceptos simpatía implica sentir lástima por la mala situación de una persona pero sin que sea necesario entenderla, por lo contrario empatía es “sentir dentro”.

Son dos habilidades distintas, la simpatía se centra en la amabilidad, no conecta con la persona, no reconoce sus emociones.

Aunque la simpatía es necesaria en la vida, el humor es imprescindible y a través de ella nos relacionamos con los demás, la necesidad de tener conexiones más duraderas y auténticas, la simpatía deja de ser una herramienta útil siendo necesario un paso más allá.

Cultivar la empatía no es una tarea fácil, pero necesaria ya que nos ayuda a ampliar nuestras perspectivas, puntos de vista y oportunidades. También demanda que seamos capaces de asumir la perspectiva de la otra persona.

Según el psicólogo Mark Davis implica es sentirnos conectados afectivamente y mostrar una preocupación auténtica, movilizarnos para ayudar, consolar y no quedarnos paralizados por los sentimientos. De hecho ser empático es que se pongan en marcha nuestras neuronas espejo. Es imprescindible salir por un momento de nuestra posición para identificarnos con la situación del otro, eso significa que cuando vemos el dolor ajeno lo trasladamos a nuestra mente e intentamos darle un sentido en nuestro propio sistema del dolor y experiencias, como se comprobó un estudio realizado en Viena.

Los seres humanos somos capaces de tener comportamientos egoístas, incluso crueles. El cansancio emocional que sufre la sociedad tiene muchas causas pero si perdemos esa capacidad de reaccionar empáticamente ante el dolor ajeno, de ponernos en el lugar del otro, habremos dado un paso atrás como seres humanos y como sociedad.