El Enebro: La planta que adorna la Navidad

El Enebro: La planta que adorna la Navidad

EL ENEBRO 

En la antigua Grecia se hace referencia a esta planta en el mito de Jasón y el vellocino de oro, ya que Medea apacigua al dragón que lo custodia con encantamientos, y luego le rocía los párpados con una poción soporífera con ramas de enebro.

Hasta principios 900, en las zonas rurales del centro de Italia, se quemaban ramas de enebro en Nochebuena, el día de San Silvestre y durante la Epifanía, y se guardaban sus cenizas y carbones durante todo el año para utilizarlo en hechizos y sanaciones. También durante la noche de Navidad se colgaban ramas en las puertas de los establos para proteger a los animales.

En Noruega, y hasta el siglo pasado, se esparcían ramas de enebro por el suelo y se adornaban las casas en Nochebuena.

En la tradición celta, los espíritus que habitan el enebro se llaman Krawite.

Es una de las plantas que se utilizan para protección de casas.

Antiguamente en Europa, sus bayas se quemaban durante los entierros para ahuyentar a los malos espíritus.

Considerada como una planta protectora, se cuelga en las puertas para alejar las fuerzas malignas y, quemado como incienso en un carboncillo, se utiliza para purificar el ambiente y limpiar las energías negativas. También protege de las enfermedades y, curiosamente, de los fantasmas. Sí llevas una ramita de enebro encima te sirve de protección contra accidentes y de los ataques de animales salvajes.

“debajo del enebro

no hay culebras,

por lo que el pastor

allí hecha la siesta.”

Este antiguo dicho nos demuestra que el enebro ahuyenta las serpientes, y antiguamente se creía que también curaba las picadas de los reptiles.

Pero no sólo eso, también se utiliza en mezclas para hechizos de amor.