Otro atleta cordobés que llegó a los Juegos con muchísimo esfuerzo: Agustín Destribats
Por Rubén O. Scollo
En circunstancias observar tanta disparidad de los que mucho tienen, entiéndase, formas más tecnológicas de entrenamiento, mejores botes, más dinero y más tiempo disponible aunado a la ayuda de los estados en cuanto a lo económico; esa disimilitud duele hasta alterar los sentidos.
Por eso es que nuestro país en estos Juegos de Tokio (o Tokyo apelando a la lengua inglesa) se está destacando en deportes colectivos, donde el esfuerzo del conjunto puede equilibrar lo ya citado. Pero dentro de ese esquema de deportistas que se la juegan desde el vamos, desde la nada misma, está inserto otro cordobés: el luchador Agustín Destribats. Un atleta joven que estuvo a punto de dejar su disciplina, pero la cabeza y los consejos de un entrenador, su entrenador, logró encarrilarlo. Compite en la categoría de 65 kilogramos en lucha greco-romana, y fue con esfuerzo supremo y sacrificio que llegó a estas competencias japonesas. Cuatro años atrás con solo 19 años, Agustín Alejandro Destribats se preparaba para el Panamericano Juvenil de la especialidad que se llevaría a cabo en junio de ese 2017.
Y fue en ese torneo que alcanzaría su cuarta medalla dorada consecutiva, en estilo libre y en lucha greco-romana. Pero ese jovencito tenía en mente estos juegos de la actualidad. Desde sus comienzos había pasado por las diferentes artes marciales, aunque él sentía, percibía que la lucha era su mejor arma. En ese entorno el entrenador Leonardo Torres fue un guía para su carrera incipiente.“Leonardo fue como un padre para mí, nunca me gustó mucho el entrenamiento –repetía antes de estos juegos en cada reportaje que se le realizaba- y él me convenció que lo mejor para mí era estar siempre bien preparado”. “De pequeño- confesaba- siempre había deseado destacarme en alguna disciplina amateur, en deportes sí, pero tal vez en lo que me estoy desarrollando por estos tiempos”
Por su forma de dedicarse a la lucha lo apodaron “el gato”, y el muchacho no defraudó. En el 2020 el atleta cordobés obtuvo la medalla de bronce en el Mundial de Serbia, siendo el único latinoamericano en conseguir un podio. “Siempre extraño mucho Córdoba y mi país cuando viajo” aclara Agustín, pero junto a él y acompañándolo desde ese año, está el entrenador de la selección Argentina de lucha, David Ochoa.
Además de los logros mencionados, el cordobés tuvo antes de llegar a Tokio, los antecedentes de representar al país en los Juegos Olímpicos Especiales de la Juventud desarrollados en Nanjing , China, en el 2014. Allí finalizó en el cuarto lugar quedando a un solo escalón de las preseas. Destribats es poseedor de varios títulos sudamericanos y panamericanos. También en Canadá, exactamente en Ottawa, luego de veinte años puso nuevamente a la lucha masculina de la Argentina en escena, ya que el último en participar en esa disciplina fue Pablo Ibire en 1994.
“En ese momento creo que logré abrir una puerta que estaba casi cerrada”, había dicho en reportaje con La Voz del interior, el atleta de la Docta. Y el salido de un gimnasio del barrio Ituzaingó capitaneado por su siempre querible entrenador Torres, desde Tokio, recuerda sus comienzos. Ahora pudo competir, y lo importante fue eso, haber llegado al lugar que él siempre había deseado.
