Mendiolaza marca el termómetro de la política provincial
La ciudad de Mendiolaza vive en estas horas un verdadero "hervidero" político. El salibismo se frota las manos y busca sacar provecho: Necesitan debilitar a su principal competidor que es Nicolás Martínez Dalke porque saben que pueden ser sus últimos años en el poder.
El radicalismo sin un hombre fuerte que pueda reemplazar a Daniel Salibi, estaba esperanzado con la alianza construída con Carlos Presas, Tomás Grunhaut y Diaz Yofre.
Pero los últimos descenlaces de la política a nivel provincial y nacional dejaron huérfano a Grunhaut quien se corrió al espacio K, junto al ya debilitado Carlos Presas y las chances de retención del radicalismo, quedaron por ahora bajísimas.
Grunhaut la tiene complicada ya que lo descubrieron y tuvo renunciar al alto cargo de funcionario en el Ministerio. Ahora deberá demostrarlo. El hecho de por sí, de haber convivido con dos cargos, ya es bastante bochornoso y desaprobado por toda la sociedad de la ciudad.
El ataque no tardó en llegar y la sociedad Salibi-Presas-Grunhaut hicieron una denuncia a Dalke por el mismo motivo aunque este estaría cubierto con pruebas de su contrato que no lo inhabilita para ser concejal.
Por su parte desde El Panal, que no están ajenos a esta pelea, bajaron un discurso a todos sus funcionarios: el hombre de Hacemos Por Córdoba y del Gobierno Provincial en Mendiolaza es Martínez Dalke.
Habrá que ver que decide el concejo con mayoría oficialista y que en la próxima sesión extraordinaria, puede hechar a las dos caras del peronismo: La de Grunhaut ya casi retirado de la política cordobesa por sus acciones, picardías y traiciones y la de Dalke, que tiene las mayores chances de ser el próximo Intendente de la ciudad de Sierras Chicas.
