A 20 años de la muerte de "Rodrigo Bueno: El Potro"
Por Lorena Wicky
A 20 años de la muerte del popular ídolo cordobés “Rodrigo Bueno: El Potro”, aun recordamos esa fría y lluviosa mañana del 25 de junio de 2000 en Lanús con tristeza y melancolia.
Hijo de Alberto "Pichín" Bueno, uno de los referentes en la industria discográfica de los años 70, falleció en la madrugada del 24 de junio a causa de un accidente automovilístico en la Autopista Buenos Aires-La Plata, a la altura de Berazategui.
Su velorio comenzó la mañana del siguiente día con una procesión de fanáticos frente a la morgue de Ezpeleta, el primer destino que tuvo el cuerpo después del accidente. Unas 200 personas se agruparon con fotos, pancartas y banderas. Así fue como se despidió al ídolo cuartetero.
Rodrigo Bueno nació el 24 de mayo de 1973 en Córdoba capital, y desde niño siempre estuvo inmerso dentro de la música. Sus padres eran referentes en el mundo musical y compositores. Así tuvo su primera aparición en los escenarios a la edad de cinco años.
A los 11, tendría su debut en colaboración con el grupo “Chébere”, uno de los más populares en Córdoba.
Con el fin de conquistar al público y hacerse de un nombre, decidió trasladarse a Buenos Aires. En 1987 grabó su primer disco “La foto de tu cuerpo”; pero fue recién con el lanzamiento de su segundo disco “Aprendiendo a vivir”, que inició su ascenso y rotundo éxito en todo el país.
A mediados de los noventa, se consagró y fue reconocido como uno de los íconos del cuarteto, junto a Carlos “La Mona Jiménez”. Su éxito fue indiscutido, con giras maratónicas por todo el país, decenas de miles de discos vendidos, premios y sus canciones siendo hits al instante.
En abril del año 2000, en la cima de la fama, ofreció 13 recitales en el Luna Park de la Ciudad de Buenos Aires, que fueron un rotundo éxito. Pero no volveríamos a verlo subir al escenario a causa de un fatal accidente que le arrebato la vida junto a su amigo Fernando Olmedo, hijo del cómico Alberto Olmedo.
Sin embargo, su música aún resuena en el corazón de sus fanáticos. Fue y será siempre, un ídolo en el mundo del cuarteto.
